Autor: Andy P. Villa. |
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Este artículo parte de mi opinión de que lo que causó la muerte de Oswaldo Payá Sardiñas y Harold Cepero no fue un accidente de tránsito por la imprudencia del español Ángel Carromero al conducir, sino una operación de la Seguridad del Estado Cubana que se salió de control y resultó mal ejecutada.Da lo mismo si fue diseñada para asustar a los ocupantes del vehículo o para causarles la muerte a todos.
Mi opinión, que es compartida por la mayoría de los cubanos, dentro y fuera de Cuba, no es resultado solo de la conocida y probada malignidad del régimen castrista, sino también de numerosos factores que sumados hacen que sea extremadamente improbable que todo lo ocurrido sea "casualidad", entre ellos:
- Dos meses antes ya habían atentado contra la vida de Oswaldo Payá con otro "accidente de tránsito", y Payá había alertado a la opinión mundial de que su vida corría peligro.
- Segundos antes del accidente se recibieron fuera de Cuba llamadas por celular o mensajes de texto, realizadas por uno de los dos extranjeros, avisando de que un auto los venía acosando en la carretera.
- Los análisis de varios peritos fuera de Cuba demuestran inconsistencias y errores en el reporte pericial del Ministerio del Interior. Sin contar con que todo análisis parte de la información pública ofrecida por el MININT, que no es confiable y puede estar llena de mentiras y manipulaciones.
Como resultado de este hecho murió el objetivo del atentado: Oswaldo Payá Sardiñas, el disidente cubano más conocido y respetado a nivel internacional y uno de los pocos opositores conocidos dentro de Cuba, gracias a que fue mencionado por James Carter en la Televisión Cubana, en la única visita que ha realizado ese ex-presidente norteamericano a Cuba en mayo de 2002.
Pero quedaron vivos los dos extranjeros, y es ahí donde empieza el trabajo de la Seguridad del Estado para que no se conozca la verdad.
A uno de los extranjeros, el sueco Aron Modig, lo tuvieron incomunicado durante seis días de interrogatorios, probablemente en "Villa Marista" o en "100 y Aldabó", donde la Seguridad del Estado se aseguró de que dijera ante las cámaras lo que le convenía al Gobierno.
Por ahora, solo Modig sabe con qué lo habrán amenazado para que declarara en conferencia de prensa que no recordaba nada del "accidente". Pero, para que se mantuviera callado el mayor tiempo posible después de salir de Cuba, debe haber sido amenazado, entre otras posibles cosas, con que tomarían represalias con su compañero, el español Ángel Carromero, que ha quedado preso en la isla.
Carromero también tuvo una comparecencia ante cámaras, donde dijo (con lenguaje al estilo cubano y no español) que todo fue un accidente, que ningún auto los impactó y que la causa del siniestro fue un bache que trató de esquivar cuando conducía a alta velocidad.
Ahora, si todo está tan claro y fue solo un accidente por imprudencia al conducir y no ha sido acusado por ninguna de las familias de las dos víctimas:
- ¿Por qué no se le ha otorgado una fianza en espera de juicio? Cuba, en estos casos, cuando hay un accidente donde está implicado un extranjero, le retira el pasaporte hasta que termina el juicio y le pone una prohibición de salida del país en todos los aeropuertos.
- ¿Qué hace Ángel Carromero precisamente en 100 y Aldabó, donde se mantiene a los detenidos en condiciones infrahumanas y sometidos a torturas físicas y psicológicas para arrancarles información y confesiones?
- Si hubiera la posibilidad de que estando con fianza evadiera el juicio, por ejemplo, asilándose en la embajada de España, ¿por qué no está esperando el juicio en la prisión para extranjeros llamada: "La Condesa"?
- ¿Qué está planeando el Gobierno de Cuba con Ángel Carromero?
En primer lugar, el Gobierno necesita salir exculpado del asesinato de Payá y, de paso, meterle miedo a los extranjeros que viajan a la isla para ayudar a la oposición. Parece que no fue suficiente con la condena de Alan Gross, al menos para detener la solidaridad que llega a Cuba del viejo continente.
Lo más probable es que ya hayan negociado con Ángel Carromero y ofrecido dos opciones:
- Si declara la verdad se expone a una condena de diez años de privación de libertad a ser cumplida en el Combinado del Este de la Habana, en pésimas condiciones, tal y como lo conoció el mundo a través de los videos filmados por varios extranjeros y difundido en Internet por la periodista Dania Virgen García:
- Si declara ajustándose al guión elaborado por la Seguridad del Estado, donde se autoinculpa de negligencia al conducir a exceso de velocidad, deben haberle ofrecido la promesa de una pequeña condena de seis meses a un año de privación de la libertad, a ser cumplida en la prisión para extranjeros conocida como: "La Condesa", donde los reclusos tienen privilegios de los que no gozan los presos en las cárceles para cubanos, como: el tener teléfono celular, comprar comida en una tienda y poder cocinarse ellos mismos, habitaciones con televisión para pocas personas, etc. Incluso, pueden haberle ofrecido otra opción alternativa a la prisión, como una multa o el sobreseimiento de su causa.
Evidentemente, es mucho mejor pasar unos meses en "La Condesa" que sufrir diez años en el "Combinado del Este".
Una vez que la persona accede a colaborar por primera vez con el DSE, se le va haciendo más difícil después cambiar de actitud. Además, ellos van estudiando al detenido y cada día, tras cada interrogatorio y mediante los oficiales del MININT encubiertos como compañeros de celda, van conociendo mejor sus debilidades y cómo lo pueden amenazar, coaccionar y manipular de forma más efectiva.
A mí, estando en 100 y Aldabó, el Mayor Armando Freyre González me amenazó con una condena de diez años o más en el Combinado del Este si no hablaba. Igualmente, la Primer Teniente Juana trató de que firmara declaraciones con lo que a ella le convenía, bajo la amenaza de acusarme de "CR" (Contrarrevolución) y una condena de 20 años de privación de la libertad en las peores cárceles cubanas. Sé muy bien que la mayoría de los oficiales de 100 y Aldabó no conocen de escrúpulos ni de ética. Y mi caso no tenía ni remotamente la importancia que tiene este asesinato para el régimen de La Habana.
Por supuesto que ninguna promesa que le haya hecho el G2 a Ángel Carromero tiene la más mínima garantía. Una vez que se haya llevado a cabo el juicio y consumado la farsa, filmada y bien documentada, el Gobierno de Cuba hará lo que más le convenga y le dará el número de años necesario para mantener a Carromero en Cuba bajo control y sin el riesgo de que revele la verdad en España.
El trabajo del abogado defensor es irrelevante, así tenga el mejor letrado, el más valiente y mejor preparado, que demuestre contundentemente su inocencia; de nada vale, pues la decisión será tomada mucho antes del juicio en "Punto Cero", o en el despacho de Raúl Castro. El juez y sus dos jueces legos solo harán su trabajo: lo ordenado por quien los emplea y les paga.
Al Gobierno le conviene mantener a Ángel Carromero el mayor tiempo posible en Cuba, para asegurarse de que el sueco Modig no hable por temor a represalias con su amigo, y de que Ángel esté controlado bajo amenazas y chantajes. A no ser que la presión e intimidación haya sido a tal grado de que estén seguros que dejándolo partir no cambiará su declaración. Pero, igualmente pueden planear retenerlo para usarlo como moneda de cambio con España por algo que les interese y que de otra forma no obtendrían.
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