Últimamente no salgo
mucho de casa si no es necesario e imprescindible, aunque un buen amigo
me ha dado el mejor de los consejos para los miedos autoinfringidos y de
toda índole, diciéndome: "Salmos hay suficientes, no temas y confía en
Dios". Yo pienso que no es miedo lo que siento, es instinto lógico de
preservación humana, algo que todos poseemos. Pero, llegó un sms de los
amigos de Estado de Sats y un poco después, para rematar mi curiosidad
interior, el de una amiga admirada, valiente y querida.
El Sexto nos invitaba a su
exposición personal: "Este año quemaré dos muñecos viejos", que se
realizó el viernes 25 de Mayo a las 7:00 pm en la Calle 1ra No. 4606,
entre 46 y 60, en el Municipio Playa. No he ocultado nunca mi simpatía
hacia el expositor por su irreverencia al poder. Creo que es una de las
figuras que me estimula en mi pequeño avance hacia el logro personal de
ser un ciudadano normal y común de una nueva sociedad que emergerá sin
dudas y para el bien de todos.
Sociabilizar es humano, bello,
bonito y útil. Mientras las relaciones sean recíprocas, sanas y
respetuosas, son saludables para darle sentido a esta vida aciaga y
pasajera. Algunos conocidos comparten sus alegrías, anécdotas, risas,
tristeza, y estimulaciones a ser nosotros mismos. Otros con cara de
desconfianza y fea, me importa más su felicidad interior que hablarles y
tocar algún tema punzante. Hoy no me importa nada, me concentro y soy
feliz, total, siempre nos vigilan..
"Sonríe, sonríe, disimula, que
sufran ellos y no tú", me dice un amigo al preguntar alguien: ¿y a ese
qué bicho le picó, que tiene esa cara? "Concéntrate en la exposición",
dice un amigo confiable y solidario.
El emergente espacio tiene un
altar con las fotos de Laura Pollán, Wilfredo Soto, Wilman Villar,
Orlando Zapata y otros. iluminado a media luz por velas.
Exposición caracterizada por la
personalidad del Sexto y nuestros amigos del proyecto de Estado de Sats,
ocurrente e irreverente, pero que nos invita a reflexionar sobre
nuestra triste y descarnada realidad. La marginalidad de un sector
vilipendiado, perseguido y evidentemente oprimido, pero existente y ya
innegable (por favor), el cual poco a poco ocupa espacios en la sociedad
cubana, demostrando su confluencia al arte, el pensamiento, buen gusto y
la lógica diversidad que se impone.
Percibí muchas cosas más, todas
interesantes en la exposición minuciosamente organizada por El Sexto y
sus amigos. Sí, se puede observar que ellos están castigando a dos
muñecos viejos para esta nueva época. Ciro Díaz animó el encuentro con
su guitarra. No les narro más, obtuve diferentes imágenes para los
amigos de este espacio ciudadano, democrático y de nuestras amistades.
Hermosa vista al mar.
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