Sr. Modesto: Conocedor de lo enemigo que es Ud. de los temas económicos, por su complejidad, no tengo más remedio que hablar esta vez en un lenguaje académico. Pero conozco que Usted cuenta con un buen economista en su séquito que le traduce estos artículos, el Sr Marino Murillo.
Así, hoy me voy a referir a Friedrich von Hayek y su tesis que le ganó en 1974, el Premio Nobel en Economía, en la época en que la URSS trompeteaba las bondades del socialismo real y que el capitalismo se debatía en crisis irreversible.
Uno de los grandes economistas del siglo XX, Hayek es considerado uno de los padres del liberalismo moderno y uno de los mayores críticos de la economía socialista, ya que creía que conduce al totalitarismo y a la ausencia de la libertad para el desarrollo individual, como sostiene en su obra maestra Camino de servidumbre.
El tiempo demostró que la razón la tenía Hayek y no los soviéticos. Pero bueno, pasemos al lenguaje plano, no solo por Ud., sino por los lectores que tanto me lo agradecen, y analicemos "los acontecimientos en pleno desarrollo", como dice su comentarista preferido, el Sr Walter Martínez que últimamente se parece bastante a su tocayo del canal 23 de Univisión, Walter Mercado, en su función de astrólogo en lo que a economía se refiere.
La caída en picada de los precios del petróleo, entre otras causas, por la aplicación del fracking por los norteamericanos, ha sido, conjuntamente con la aplicación de las sanciones económicas a la Rusia de Putin, una distensión a los apetitos geopolíticos de este clon de zar y sus adláteres, como la Venezuela del Cambur Maduro, a quien le han frenado su estrategia populista para impedir la democracia en Venezuela.
Los pronósticos de la Bolsa para diciembre- enero dan un precio de $50 dólares el barril de petróleo, lo que no es en realidad una baja catastrófica para nadie, excepto para Rusia, Irán y Venezuela, países que para mantener sus programas, militares o no, necesitan del precio promedio de US$ 120 el barril.
Todos los países de la OPEP, excepto estos, han fijado sus presupuestos de ingresos en US$60 dólares, incluso el mayor productor mundial, Arabia Saudita.
Putin trata de compensar las afectaciones reales que las sanciones por su intervención en los asuntos de Ucrania le han acarreado y que debe resolver para conseguir la liquidez necesaria con que cubrir los gastos militares que aunque no los reconozca, en esta nueva guerra de las galaxias le ha impuesto el gobierno norteamericano.
En el caso que le interesa a Ud., es fundamentalmente para continuar recibiendo el subsidio chavista, lo que representa un problema de vida o muerte, habida cuenta de que todos sus planes se ralentizaron, no por nada extraño, sino porque a nadie le interesa invertir en un país en quiebra.
A partir de estos hechos, le hago una proposición.
Teniendo en cuenta que el Sr Rafael Correa -en confianza, un seguidor de Hayek- aplica exitosamente en Ecuador, ¿por qué Usted no liberaliza realmente la economía de Castrolandia y permite que todos los cubanos, de cualquier parte, inviertan, incluso a través de familiares, en el desarrollo de su país, independientemente del sector económico y del destino final de esta inversión?
Eso crearía una apertura que le permitiría a mi pueblo generar una riqueza de tal magnitud, que no necesitarían de su gobierno para nada más que para pagar los impuestos que actualmente pagan los extranjeros, según su nueva ley de inversión extranjera.
Claro, que con esta apertura, Usted tendría que considerar cerrar su circo y marcharse a Galicia, con títeres y petacas. Y por favor, no olvide llevarse la momia.
¿Qué le parece la propuesta, Sr Modesto? Si la acepta, Usted no seguiría como siempre, por lo que yo dejaría de reiterarme como siempre, enemigamente suyo.
Paulino Alfonso. Miembro del Club Anarcocapitalista de Cuba (CAC)
Artículo publicado anteriormente en www.primaveradigital.net
Para Cuba actualidad: palest44.@gmail.com
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