Tema
IV
Ejerciendo
el poder
¿Cuáles
son los medios políticos que ofrecerán a la resistencia democrática
cubana una clara ventaja, y que lograrán agravar las debilidades
identificadas de la dictadura? ¿Qué técnica de acción va
aprovechar la teoría del poder político?
La
alternativa a escoger es el desafío político.
Características
del desafío político:
-No
aceptar que los resultados sean decididos por los medios de lucha
escogido por la dictadura.
-Es
difícil para el régimen combatirlo.
-Puede
agravar extraordinariamente las debilidades de la dictadura y negarle
acceso a su fuente de poder.
-Puede
dispersarse ampliamente en cuanto a la acción, pero también puede
concentrarse en un objetivo específico.
-Conduce
a errores de juicio y de acción por parte de los dictadores.
-Puede
utilizar a la población como un todo, y a los grupos e instituciones
de la sociedad en la lucha y acabar con el dominio brutal de unos
pocos.
-Sirve
para acrecentar la distribución del poder efectivo en la sociedad,
haciendo que el establecimiento y el mantenimiento de una sociedad
democrática sea más viable y posible.
Dinámica
de la lucha no violenta:
Como
sucede con la capacidad militar, el desafío político se puede
emplear con una variedad de propósitos, que van, desde esforzarse
por influir en los opositores para que hagan cosas diferentes, crear
condiciones para la solución pacifica de un conflicto, hasta
desintegrar el régimen de los adversarios.
Pero
la dinámica del
desafío
político, es muy diferente al de la violencia.
Aunque
ambas técnicas son herramientas para luchar, lo hacen por medios muy
distintos y con distintas consecuencias. Los modos y resultados de un
conflicto violento, son bien conocidos.
Las
armas físicas se usan para intimidar, herir, matar y destruir. La
lucha no violenta es una técnica mucho más variada y compleja que
la violencia. A diferencia de ésta,
es
una lucha que emplea armas políticas,
económicas,
sociales y sicológicas que son aplicadas por la población y las
instituciones de la sociedad. A estas armas se les ha conocido bajo
diversos nombres como huelgas, protestas, desobediencia, no
cooperación, boicot, descontento y/o poder popular.
El
desafío político a diferencia de la violencia, es el instrumento
idóneo para negarle acceso al régimen a sus fuentes del poder.
Las
armas y la disciplina noviolenta:
El
error común de las campañas improvisadas de desafío político, es
la dependencia o confianza en uno o dos procedimientos, tales como
las huelgas y las manifestaciones. De hecho, existe una multitud de
procedimientos que permiten a los estrategas tanto concentrar como
dispersar la resistencia, según sea el estudio o alternativa a
escoger ante el desafío político.
Se
han podido identificar hasta cerca de doscientos métodos de acciones
no violentas, y por supuesto, hay más.
Estos
procedimientos se clasifican en tres grandes categorías:
1-Protestas
y persuasión.
2-No
cooperación.
3-Intervención.
Los
métodos no violentos de protestas y persuasión, son mayormente
manifestaciones simbólicas, que incluyen desfiles, marchas y
vigilias. (54 métodos).
La
no cooperación se divide en tres sub-categorías:
De
no cooperación social. (16 métodos).
De
no cooperación económica, el boicot inclusive, (26 métodos) y
huelgas (23 métodos).
De
no cooperación política (38 métodos).
La
intervención no violenta, mediante procedimientos sicológicos,
sociales, económicos o políticos, tales como el ayuno, la ocupación
no violenta, y el gobierno paralelo (41 métodos), es el último
grupo.
Es
probable que a cualquier régimen ilegitimo, como es el caso que los
cubanos conocemos, le cause graves problemas el uso de un número
considerable de estos métodos, cuidadosamente escogidos, aplicados
insistentemente y a gran escala, fundidos en el contexto de una sabia
estrategia y tácticas apropiadas llevadas a cabo por civiles
adiestrados.
Los
procedimientos de la lucha no violenta pueden enfocar directamente
los asuntos más inmediatos, lo cual no es posible por los medios
militares. Por ejemplo, ya que el problema que presenta una dictadura
es esencialmente político, sería muy importante aplicar las formas
políticas de la lucha no violenta. Eso significaría la negación de
la legitimidad de los dictadores, y la no cooperación con su
régimen.
La
no cooperación, sería también aplicada contra algunas políticas
específicas. A veces el obstaculizar el trabajo o el demorarlo,
puede realizarse en silencio, o aun secretamente, mientras que otras
veces, la franca desobediencia civil o las desafiantes
manifestaciones públicas y las huelgas pueden ser vistas por todos.
Por
otra parte, si la dictadura es vulnerable a las presiones económicas,
o si muchos de los agravios del pueblo son económicos, entonces la
acción económica como el boicot o las huelgas, puede ser el
procedimiento apropiado para la resistencia.
Algunas
tácticas de la lucha no violenta requieren que la gente realice
actos que no están relacionados con su vida normal, tales como,
volantear, manejar una imprenta clandestina, ponerse en huelga de
hambre o sentarse a media calle. Salvo en situaciones muy extremas,
para muchas personas estas acciones pueden ser difíciles de llevar a
cabo.
Por
el contrario, otros métodos de lucha no violenta, requieren que la
gente siga llevando su vida normal aunque con algunas diferencias.
Por ejemplo, pueden irse a trabajar en vez de ponerse en huelga, pero
una vez allí, deliberadamente trabajar más lento o con menor
eficacia que siempre, como también cometer errores con más
frecuencia.
La
disciplina noviolenta es clave para el éxito y extremadamente
importante en el proceso del jiu-jitsu político. En este, la pura
brutalidad del régimen violento, contra los activistas claramente
noviolentos, rebota políticamente contra la posición del dictador,
causando disensión en sus propias filas partidistas.
La
lucha noviolenta requiere pérdida del miedo y un mayor control sobre
sí mismo por una parte, y tiende a producir este efecto frente al
gobierno y sus represores. Esta pérdida del miedo y el control sobre
sí mismo es un elemento clave para destruir el poder que los
dictadores tienen sobre la población en general.
¿Cuándo
comenzar una acción determinada y cuando terminarla?
La
improvisación nunca lleva al éxito, es todo lo contrario. Si no se
sabe lo que se está haciendo podemos provocar grandes problemas.
La
existencia de un líder.
Este
no debe ser públicamente identificado para protegerlo del gobierno.
Crear
un símbolo de la resistencia que unifique a la gente.
Saludar
con el puño, por ejemplo. Esto facilita conocer quiénes están por
los cambios.
Superar
la atomización.
La
atomización se produce cuando el régimen intenta hacer que cada
individuo en la sociedad sea una unidad aislada, principal forma de
control de estos sistemas. Esto hace que la gente se tenga miedo, que
tenga miedo a hablar, actuar en grupo, hasta el punto de temer a
decir a su familia lo que piensa realmente. Al ver el ejemplo de
demostración de valentía por parte de otras personas, pasamos a ser
nosotros y nosotros podemos hacer cosas que yo solo no podría.
Hay
que tener inteligencia y creatividad para exigir derechos, que
denuncien lo injusto que nos toca a todos, por ejemplo. Ir a casa de
los agentes que cometan injusticia, y con respeto, quejarnos ante su
familia del actuar injusto e inmoral de dicho agente.
Pilares
de Apoyo.
Son
los pilares que sostienen al gobierno.
Hay
que debilitarlos poco a poco y así se debilita el gobierno. Lo ideal
es que esos pilares no sean destruidos, si no, que sean traspasados
al movimiento democrático.
Por
ejemplo hacerles entender a la policía que todos somos víctimas del
sistema y que no tiene sentido librar una guerra entre víctimas y
víctimas, aunque unas lleven uniformes y otras no, somos la misma
víctima. No podemos luchar entre nosotros. Eso es lo que hay que
hacer, no lanzar piedras a la policía, esa es la manera de
defendernos y actuar.
Resistir
la violencia.
Es
una realidad que los gobiernos son más poderosos que las
resistencias y que poseen las mejores armas. Por lo que si elegimos
luchar con la violencia nuestro adversario tendrá todas las ventajas
y las consecuencias serían nefastas. Hay que elegir luchar con las
armas no violentas, que son más difíciles de contrarrestar por
nuestros adversarios.
Las
grandes concentraciones son muy difíciles de controlar, incluso
podemos tener a más de 20000 manifestantes pacíficos, pero si hay
una persona, por ejemplo, rompiendo una ventana, centrara la atención
de todos los informativos y eso puede socavar todo el movimiento.
Si
estás en una manifestación y existe el riesgo de que la gente sea
detenida, entonces en vez de colocar a los tipos grandes delante,
colocas a las chicas jóvenes, colocas a las abuelas, a los militares
veteranos… de manera que los policías vean caras amistosas. Toda
esta gente llevarán flores y banderas, y se mostraran sonrientes y
así se hará la situación menos amenazadora, y se reduce
considerablemente la probabilidad de que se produzcan actos
violentos.
Ju-
Jitsu Político.
Cuando
la gente es golpeada y masacrada, se genera un proceso que Gene Charp
denomina Ju-Jitsu Político, en el que la fuerza del adversario se
utiliza para socavarlo, para hacer que caiga, aislándolo de la gente
que le prestaba apoyo, y movilizando a otra gente que pasa a formar
parte de la resistencia activa. Es un efecto de contragolpe, si el
régimen es tan brutal, en vez de intimidar a la gente, que es lo que
intenta, lo que consigue es que otros grupos e instituciones, dejen
de cooperar con él y de obedecerle y esa disminución de poder y de
control, hace que más y más gente se una a la resistencia.
Tiene
que haber una divulgación general interna y externa de lo que se
hace. Ejemplo, poner flores en los puntos de una masacre, golpizas,
carteles, limpiar las calles y poniéndolas más bonitas demostrando
al régimen que podemos hacerlo mejor que ellos en cuanto a servicio
se refiere. Desmoralizando los actos corruptos de los funcionarios
del gobierno y representantes del pueblo.
Recuerden
que mientras no nos rindamos nunca estaremos derrotados.
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