¿Por
qué ya no se venden frituras en Guatao?
La
Habana, Cuba, octubre de 2012.
Joisy
García Martínez.
Recientemente
conocimos que la sabrosa y condimentada fritura que vendía un
cuentapropista en el portal de la cafetería de Guatao en La Lisa no
se venderá mas por el momento, los altos impuestos establecidos y la
exigencia desvergonzada de un inspector corrupto para que le pagaran
15 pesos diarios adicionales a su arca personal, dio motivos para que
automáticamente el trabajador rompiera el contrato, según nos han
informado fuentes que han preferido mantenerse en el anonimato.
Se
dice que ciertos individuos aprovechando las situaciones eventuales
que ocurren en las sociedades cerradas, especialmente donde la
sociedad civil ha sido destruida, para desgracia e intranquilidad
ciudadana, les atrae la idea de mantenerse cómplices ante un estado
totalitario. Ellos no defienden ideologías, no tienen principios y
como lagartijas su color constantemente cambia. Se trata simplemente
de que se les permita desahogar sus problemas psicológicos para sus
más inquietantes maldades, espiando, robando, humillando, mintiendo
y violando los derechos elementales de los otros seres humanos a su
alrededor. Los que al parecer no comprenden el mandato divino de:
“Ama a tu prójimo como a ti mismo”.
Muchos
estudiosos han escrito sobre el comportamiento de estas personas, se
dice que estas almas sufren un desorden psicológico llamado
“antisocial” o “psicópata” que no les permite vivir ni dejar
vivir tranquila, honradamente y saludable a nadie. Una de las
definiciones clínicas de este desorden en la personalidad podemos
encontrarla en la American Psychiatric Association, Diagnostic and
Statistical Manual of Mental Disorders, IV Edicition.
De
ella podemos tratar de resumir lo siguiente: “El fracaso de
adaptarse a las normas sociales con respecto al comportamiento legal…
tal como destruir propiedad, hostigar a los demás, robar o seguir
ocupaciones ilegales. Gente con este desorden no le da importancia a
los deseos, derechos o sentimientos de los demás. Son frecuentemente
fraudulentos y manipuladores para poder alcanzar ganancia personal o
placer… Pueden repetitivamente mentir, usar un alias, defraudar a
los demás o fingir enfermedad… Pueden tener una arrogante e
hinchada auto-valoración y pueden ser excesivamente dogmaticos,
seguros de sí mismos y arrogantes, sin embargo, pueden proyectar un
encanto locuaz y superficial y pueden llegar a ser bastante
habladores y tener facilidad con la palabra”
Lo
anterior puede deberse a la reclusión personal e indiscriminada de
cuanto individuo sirva para cualquier objetivo a fines deplorables de
algunas autoridades en el poder. Es ampliamente conocido que en
cualquier país normal, la comunidad criminal está sobre
dimensionada y que todo lo que se ha intentado hacer en maratón en
nuestro país no ha servido. No creo que intentando más cosas
emergentes funcionen bien. ¿Sera por todo esto que quisiera que mi
hijo Diego estudiara psiquiatría? Quien sabe y quizás descubra el
síndrome de la libertad de expresión que padecemos, y yo sea su
primer paciente, o indisciplinado conejillo de indias a sentarlo y
analizarlo amarrado a un butacón. Bueno… Algo en que si muchos
concordaremos, y debe quedar bien claro es que contra la corrupción
y el abuzo nadie debiera callar. No nos cansemos de denunciar las
injusticias, empoderémonos como ciudadanos y sigamos rompiendo el
silencio.
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