La Habana, Guatao, octubre de 2012. Joisy
García Martínez.
Por
la importancia económica que representa para el gobierno cubano y en
sentido general debido a la dependencia petrolífera existente en
nuestro país, todos vimos y seguimos en la televisión cubana las
informaciones que con carácter parcializado, y los siempre filtrados
detalles que ocurrieron recientemente en Venezuela. Nunca nadie supo
en Cuba cual fue el proyecto social, económico y político del líder
y candidato opositor Henrique Capriles. Su plataforma política, por
el momento será todo un enigma para la mayoría de los cubanos.
Podría asegurar personalmente, que si se me acercara a mi lado el
candidato opositor y me dijera el demócrata: “Soy yo, Enrique
Capriles, el candidato presidencial venezolano, no me conocen” mis
cejas se elevaría al cielo y de entre mis labios saldría solamente
un gesto, un sonido… que aproximadamente oiríamos así… schsss.
La
legitimidad que le han otorgado los ciudadanos venezolanos al nuevo
líder, con más de 6.42 millones de votos logrados a su favor en las
urnas, no se los puede negar nadie. Sin lugar a dudas Capriles a
movido estratégicamente el fichero… y puesto en jaque, casi en
mate al chavismo. El socialismo del siglo XXI casi es noqueado por la
Mesa de la Unidad Democrática (MUD), una alianza estratégica que
reúne a la mayor parte de los partidos políticos de oposición en
ese país. Nunca podremos calcular cuantas libras de uñas deben
haber devorado por esos días sus adversarios políticos y
dependientes económicos.
Rolando
Segura, un reportero cubano que desde hace años trabaja para la
cadena estatal TELESUR, nos mostro a través de pequeñas crónicas
retransmitidas por el canal seis de la Televisión cubana, el
entusiasmo con que una multitud de personas que marchaban en
caravanas de carros agitaban banderas venezolanas, transportes
repletos con personas entusiasmadas… iban apretando los claxon y
agitando banderas hacia las urnas. Siendo honesto y sin que me quede
nada por dentro, no había visto tanto frenesí electoral en un
reportero cubano desde hace años, pues él y todos nosotros
conocemos que en Cuba los ciudadanos solamente elegimos a un delegado
zonal, es decir, de circunscripción, que mayoritariamente representa
y justifica al poder, no teniendo poder político y económico para
resolver nada sustancial a su electorado.
Después
de esta experiencia “electoral” con más o menos sus propios
errores y alguna que otra desconfianza razonable, me he estado
preguntando: ¿Cómo poderle explicar y pedirles más sacrificios a
la juventud cubana, será que nunca tendremos un país normal?
¿Cuándo los cubanos podremos elegir directamente a nuestro
presidente? Los derechos políticos nuestros siguen secuestrados, las
futuras elecciones en Cuba continúan teniendo una asignatura
pendiente que aprobar, que el mundo civilizado conoce y le llama
democracia.
Elecciones
de delegados a circunscripción en Guatao.
Me
dejaron una citación con uno de mis vecinos, me han invitado a votar
por un delegado zonal. Estoy consciente, y a nadie le quepa la menor
duda de que pienso que los problemas políticos deben tener
soluciones políticas, y es por ello que después de haber leído y
analizado varios puntos de vista que me hicieran llegar algunos
compatriotas con respecto a que política tomar (que hacer) ante las
recientes elecciones en Cuba a candidatos de circunscripción,
intenté ir al colegio electoral que se encontraba ubicado en Guatao
para anular mi supuesto voto. Si decidía ir, iría vistiendo un
pulóver blanco como símbolo de limpieza, cambio etc.… pero,
confieso que no pude y me abstuve de participar, pues al ver delante
de mis narices nuevamente las dos tristes biografías de los dos
tristes tigres oficialistas, mi desmotivación electoral aumentó
enormemente de peso.
Me
he estado preguntando desde entonces: ¿Cómo conformarme con tan
indolente y apática actitud asumida? Y fue de esta forma en que
intenté buscar respuestas entre mis vecinos. Ninguna sorpresa, no
era yo solo el desmotivado, el que no sentía que estaba
representado, el que miraba con recelos los supuestos y lentos
cambios en nuestro país. En nuestro barrio muchos fueron a votar por
no “marcarse” porqué no fueran ellos los botados, pero de sus
empleos, los que enriquecerían aun más la supuesta “Lista negra”
existente o vallase a saber, pues el mayor y casi único empleador en
nuestra comarca y país es el Gobierno, quien cuenta en cada barrio
con fichadores y censuradores de la postura ideológica individual,
algo que siguen llamando Comité de Defensa de la Revolución (CDR).
Las
estadísticas de las supuestas elecciones nadie de los que consulté
me las pudo mostrar y el desinterés colectivo al respecto me ha
apartado ya de la búsqueda, lo que si pude comprobar, es que el
mismo delegado que estaba “electo” de nombre Nelson fue quien…
ganó. El regocijo y emoción electoral de los ciudadanos de Guatao
no fueron expuestos por la televisión, los periodistas oficialistas
no nos imprimieron ninguna imagen de alegría y euforia, nuestro
grato recuerdo será ninguno. Desde ya, comienzo a hacerme una
pregunta: ¿Cuál será la nueva política a seguir del delegado
oficialista, para que nuestro poblado del Guatao no nos continúe
mostrando más tiempo un basurero a la entrada y otro a la salida?
Una sencilla pregunta para el triste tigre “elegido”,… pero
bueno, que es una raya mas para un tigre. Primerita pregunta, para
continuar comenzando y no oxidarnos ante tanta apatía generalizada
que nos afecta psicológicamente a todos.
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