Una
peculiar forma tienen los dirigentes de Punta Brava y los máximos
responsables de garantizar el normal funcionamiento de la situación
hidráulica en la zona. Intentar resolver los problemas más acuciantes de
la población es todo un idilio.
Las políticas públicas que emergen como
consecuencia de una tormentica (o mejor dicho, a falta de ella) no son
del todo bien acogidas y mucho menos comprendidas por la inmensa mayoría
de la ciudadanía.
Se comenta que el año pasado ante la problemática
del déficit de agua (aún existente), cuando una enorme sequía temporal
azotó a nuestro país y principalmente a nuestra zona, esta fue
acompañada de insuficientes acciones (previsibles) de dirección, sobre
todo en áreas de mantenimientos y estrategias hidráulicas para enfrentar
la situación, ofreciéndonos como secuela que el poblado se convirtiera,
para desgracia de todos, en el insoportable desierto que por esos días
algunos apodaron Punta-Sahara.
La racionalización en casi todos los aspectos de la vida nos es común a los cubanos, por lo que para resolver la problemática “de por allá arriba” ordenaron en ese entonces que el servicio de agua funcionara un día sí y uno no, en horarios especiales, es decir, de 7:00 pm a 2:00 am. Experiencia única que no a pocos puso a correr al obligarlos a la búsqueda de cuanta vasija pudiera tener o adquirir para almacenar y llenar del imprescindible líquido.
Al mal generalizado del transporte y sus vías,
bajos salarios, subida estrepitosa de los precios para la adquisición de
alimentos de primera necesidad, se le sumó (para colmo de males) la
falta del preciado e imprescindible líquido. Ante este escenario,
repleto de las más cotidianas hostilidades vivenciales, no fueron pocos
los que protestaron exponiendo abiertamente el disgusto que causaba
llegar cansados a los hogares y no tener ni siquiera agua corriente en
el grifo. La frustración generalizada expuesta en su mayor expresión.
Aunque todos sabemos que las noticias y
estadísticas que nos brinda la Televisión Cubana no siempre se reflejan
en bienestar palpable, recientemente oímos por ese medio la información
de que las presas que nos abastecen de agua estaban a un 90% de su
capacidad total. Miles y miles de metros cúbicos aseguraron. Lo que nos
ha llevado a una lógica e inevitable pregunta: ¿cuándo se restablecerá y
normalizará el servicio del agua en Punta Brava? ¿Estaremos, sin
saberlo nosotros mismos, viviendo en la tierra de “Nunca Jamás”?
Reconozco que no entiendo hasta el momento muchas
políticas erradas y chapuceras que se toman en mi país, pero mucho menos
que no se normalice este elemental servicio al haber hoy tanta agua.
Según vecinos, Punta Brava es un pueblo que en casi su totalidad está
rodeado de presas y en tiempos pasados siempre tenía agua las 24 horas
del día.
¿Será que nunca se normalizará y bien funcionará….algo….?
Los managers de estos asuntos saben muy bien que
este no es un lujo de la oligarquía burguesa, sino una necesidad
elemental, fundamental para todos. No todos disponen de una cisterna, un
motor y un poco de tuberías para olvidar el asunto.
¡Amigos de Punta Brava… exijan, exijan por donde
puedan…! porque, como decía mi abuelo, los que tienen el deber de
canalizar y resolver los problemas se están haciendo los capados para
que les toquen los huevos. Basta ya del abuso y las políticas erradas.
¡Despertad a los chapuceros!
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