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lunes, 13 de diciembre de 2010

Ponencias.


LA HABANA, Cuba, diciembre de 2010
Joisy garc铆a Mart铆nez.
Son variados los criterios existentes sobre las (TIC.) tecnolog铆as de la informaci贸n y las comunicaciones en el mundo, todos lo hacen seg煤n sus intereses y con el dinamismo que caracteriza a cada individuo- comunicador, son formas nuevas de ofrecer noticias y opiniones cada vez m谩s innovadoras en la necesaria diversidad de criterios.
Para tener una idea y dos puntos de vista, publico estas dos excelentes ponencias de Miriam Celaya Gonz谩lez y Dimas Castellanos, quienes participaron como alumnos- profesores en la primera academia blogger de Cuba.
Periodismo ciudadano: un canal de la sociedad civil


Miriam Celaya Gonz谩lez. Portal digital Desdecuba.com
Eva Gonz谩lez. Blog sinEVAsi贸n. http://www.desdecuba.com/sin_evasion


Introducci贸n


El debut de la prensa en la Web ha cumplido ya diez a帽os. Desde entonces han sido muchos los avances en los medios digitales que han permitido en las sociedades desarrolladas el establecimiento y consolidaci贸n del ciberperiodismo o periodismo digital (Salaverr铆a, R. 2005)1 como una forma de utilizar las potencialidades tecnol贸gicas, editoriales y econ贸micas que ofrece Internet para la producci贸n y difusi贸n de la informaci贸n. A lo largo de esta d茅cada, las caracter铆sticas expresivas de este nuevo periodismo, como la hipertextualidad y sobre todo la interactividad, favorecieron el surgimiento del periodismo ciudadano.


Son muchas y muy variadas las definiciones que tratan de conceptuar el periodismo ciudadano como fen贸meno de la informaci贸n contempor谩nea. No es una tarea f谩cil, toda vez que este tipo particular de periodismo guarda una estrecha relaci贸n con el contexto social en el cual se produce, y aquellos que participan en 茅l –sea como redactores, colaboradores o lectores- lo definen de acuerdo a realidades, percepciones e intereses espec铆ficos. Es as铆 que podr铆a afirmarse que no existe un tipo de periodismo ciudadano, sino que este es una nueva forma de relacionar la noticia y la opini贸n con el p煤blico: un p煤blico que deja de ser pasivo para participar en la noticia, un periodismo hecho para el ciudadano2


El periodismo ciudadano est谩 caracterizado por una multiplicidad de matices, objetivos, receptores y marcos referenciales, entre otros elementos; no obstante, existen caracteres comunes y esenciales susceptibles de aplicarse a todo el amplio espectro que abarca, como son la utilizaci贸n del ciberespacio para su desarrollo, la econom铆a de recursos financieros y materiales en comparaci贸n con la prensa plana y un car谩cter m谩s inclusivo y democr谩tico, toda vez que supera el signo elitista que caracteriza a aquella.


Algunas opiniones consideran que, transcurrida la primera d茅cada de experiencia del ciberperiodismo, el periodismo ciudadano ha superado la fase experimental y ha entrado en una etapa de pleno desarrollo. Sin embargo, es necesario tener en cuenta que el surgimiento y progreso de 茅ste se produjo en las que conocemos como sociedades de la informaci贸n, donde el ejercicio noticioso, el dominio de la tecnolog铆a digital y su profusa utilizaci贸n social favorecieron su desarrollo relativamente acelerado. Dicho avance no podr铆a ser simult谩neo ni homog茅neo a nivel global; es as铆 que –con independencia de la voluntad de los interesados en propiciar su pr谩ctica o de su capacidad potencial para hacerlo- no en todos los casos se cuenta con la infraestructura tecnol贸gica id贸nea para su desarrollo ni con el marco social que permita incrementarlo.


El propio concepto “periodismo ciudadano”, pretende definir un fen贸meno relativamente novedoso a partir de dos vocablos cuyas acepciones fueron establecidas desde mucho tiempo atr谩s: “periodismo”, concebido como uno de los pilares b谩sicos de la modernidad desde el siglo XIX; y “ciudadano”, cuya definici贸n se remonta en la historia hasta la Roma Cl谩sica. No obstante, casi todos los debates en torno a este punto (la definici贸n en s铆) proponen la idea general de que estamos frente a un tipo de ejercicio c铆vico independiente de los intereses que tradicionalmente han dimanado de los centros del monopolio de la informaci贸n reflejados en la prensa plana, propiedad de grupos 茅lites vinculados directa o indirectamente a determinados sectores poderosos de la econom铆a, de la pol铆tica y de la ideolog铆a.


Es as铆 que periodismo ciudadano y sociedad civil est谩n estrechamente vinculados. La tendencia actual del desarrollo social se encamina a una participaci贸n cada vez m谩s activa de los individuos o asociaciones de 茅stos en todas las esferas de la vida. Hist贸ricamente el periodismo ha abierto canales de opini贸n en correspondencia con las etapas particulares de ese desarrollo. En la actualidad, a tenor de la confluencia entre el desarrollo tecnol贸gico y los avances sociales a nivel global, el periodismo ciudadano es un salto que permite impulsar hasta niveles m谩s altos el desarrollo de la sociedad civil.


Es decir que en virtud de las posibilidades que ofrece la informatizaci贸n con el desarrollo de Internet, el periodismo ciudadano nace como respuesta a una necesidad social donde el individuo, la comunidad o grupos sociales o regionales buscan un espacio de expresi贸n, de reproducci贸n de sus intereses espec铆ficos, que por diferentes causas no est谩n representados en el periodismo tradicional. Es la voz desde el ciudadano m谩s all谩 de los lineamientos o de los esquemas m谩s o menos reproductores de ideolog铆as propios de los grandes productores de noticias y que tiene la posibilidad de alejarse de cualquier tendencia –sea de grupos econ贸micos o de sectores pol铆ticos- que suponga alg煤n tipo de exclusi贸n.


Periodismo cl谩sico y periodismo ciudadano son, pues, maneras diferentes de producir y divulgar la noticia y la opini贸n, as铆 como niveles y formas distintas de participaci贸n y apropiaci贸n de 茅stas; pero ambos no son excluyentes entre s铆. M谩s bien el periodismo ciudadano es una modalidad que enriquece, diversific谩ndolo, el panorama informativo social all铆 donde existe la sociedad de la informaci贸n, o bien puede abrir brechas al monopolio de la prensa en el caso de las sociedades cerradas.

Periodismo ciudadano en Cuba: retos y realidades


Las circunstancias particulares de Cuba dan lugar a una paradoja: la necesidad del periodismo ciudadano como medio para enfrentar el monopolio de la prensa por parte del Estado y, simult谩neamente, la ausencia de la infraestructura tecnol贸gica y de derechos civiles para su libre ejercicio. En nuestro caso particular, el Estado no solo controla la prensa plana, sino que limita y monitorea desde el pa铆s el acceso a Internet, lo que dificulta el desarrollo de un verdadero periodismo ciudadano. La mayor铆a de los sitios virtuales desde la Isla son, como la prensa plana, parcelas del Estado, quien reproduce en las Web los espacios oficiales, manipula la informaci贸n y ofrece una visi贸n parcializada y tendenciosa de la realidad.


La situaci贸n de estancamiento que vive la sociedad cubana contempor谩nea, unida a la necesidad de implementaci贸n de cambios estructurales profundos y a la inexistencia de verdaderos espacios de debate c铆vico para analizar la complejidad de la crisis que afecta a todos y establecer propuestas desde los ciudadanos, son tambi茅n premisas que evidencian la necesidad y potencialidades del periodismo ciudadano como foro alternativo.


Es en este marco en que surgen las primeras manifestaciones de periodismo ciudadano en la Isla, como respuesta a la carencia de espacios efectivos donde se haga valer la opini贸n alternativa y se reflejen aquellos acontecimientos, opiniones e im谩genes de Cuba que no encuentran cabida en los medios de prensa. El periodismo ciudadano en Cuba tiene muy corta cronolog铆a y puede afirmarse que constituye el primer espacio de opini贸n democr谩tico participativo de car谩cter espont谩neo que ha surgido dentro de la Isla despu茅s de medio siglo de monopolio del Estado sobre los medios de difusi贸n.


Ventajas del periodismo ciudadano como canal de la sociedad civil en Cuba


  • Por las caracter铆sticas de ser una sociedad cerrada cuyos medios de difusi贸n son monopolio particular del gobierno, existe una imperiosa necesidad de expresi贸n por parte de los individuos, que el periodismo ciudadano puede canalizar.

  • Por ser Internet el soporte en el cual se desarrolla, el periodismo ciudadano escapa m谩s a los controles oficiales, superando adem谩s el car谩cter ilegal que se atribuye a las publicaciones planas no autorizadas por el gobierno. Se trata, pues, de un periodismo “no punible” al no detentar el Estado la propiedad sobre el soporte de difusi贸n que se utiliza ni sobre la participaci贸n u opiniones que a trav茅s de 茅ste se vierten.

  • Se crean redes de opini贸n alternativa, lo que contribuye a sentar las bases para el desarrollo del esp铆ritu c铆vico, largamente silenciado por el gobierno. Esto supera la estandarizaci贸n noticiosa o informativa que imponen los medios de difusi贸n al servicio del poder

  • Se crean v铆nculos, no solo entre grupos de ciudadanos interesados, sino tambi茅n entre diferentes Web. En nuestro caso estos v铆nculos cobran particular importancia al establecer un canal de comunicaci贸n entre los cubanos de la Isla y los que se encuentran en el exilio. Debido a las restricciones y dificultades de acceso que tienen los cubanos de la Isla a Internet, estos emigrados muchas veces act煤an como difusores, tanto de las noticias como de las opiniones que emiten los blogs personales y otras publicaciones digitales desde el interior, reenviando v铆a e-mail a sus familiares y amigos de Cuba los trabajos que de otra forma no se difundir铆an. A la vez los que participan desde el exterior, sea con colaboraciones o con opiniones, tambi茅n inciden favorablemente en el di谩logo.

  • No precisa de la participaci贸n de periodistas profesionales (si bien tampoco se excluyen 茅stos), sino solo del inter茅s de los ciudadanos en participar en tanto cuenten con un nivel m铆nimo de conocimiento que les permita expresar con claridad sus ideas y equipamiento material.


  • Supera el car谩cter pasivo del llamado lector espectador para dar paso al lector activo o lector cr铆tico, es decir, un lector participante: una v铆a democr谩tica e incluyente de participaci贸n ciudadana en la sociedad cubana actual.


Limitaciones actuales


  • Resulta imposible en las condiciones actuales adquirir desde Cuba un dominio en Internet, por lo que se precisa en todos los casos del apoyo de alg煤n residente en el extranjero que pueda acceder a dicho servicio y ofrezca la posibilidad de su uso a cubanos de la Isla.

  • El acceso a Internet desde Cuba es extremadamente limitado y permanece bajo estricto control del Estado, por lo que 茅ste tiene la capacidad de bloquear el acceso desde la Isla a aquellas Web que no resulten de su agrado o que considere, de alguna manera, un peligro potencial para el gobierno. En este caso se encuentra cualquier espacio alternativo.


  • La pobre (casi nula) infraestructura tecnol贸gica, en general, y la escasa presencia de espacios de apoyo no oficialista a esta actividad espec铆fica.

  • El temor generalizado a expresar su opini贸n por parte de amplios sectores de la poblaci贸n, generada por la coacci贸n y la represi贸n desde el Estado, a partir del principio reaccionario de la condena a la opini贸n diferente (“los que no est谩n conmigo est谩n contra m铆”), con el fin de anular o desestimular el desarrollo de espacios de opini贸n no controlados por el gobierno y el consecuente fortalecimiento de la sociedad civil.


  • El hecho de no constituir 茅sta, en general, una actividad lucrativa y sostenerse solo mediante la voluntad de los interesados y la solidaridad de amigos del exterior que la apoyan, tiende a desestimular una participaci贸n mayor, toda vez que amplios sectores de la poblaci贸n de la Isla invierten la mayor parte de su tiempo en actividades relacionadas con la propia supervivencia.


Conclusiones


  1. Puede afirmarse que en Cuba el periodismo ciudadano se encuentra en una fase inicial, de experimentaci贸n, pese a lo cual ha venido demostrando sus potencialidades como canal de desarrollo para la sociedad civil.
  2. A contrapelo de todas las limitaciones de la infraestructura tecnol贸gica y de las acciones restrictivas que ejerce el gobierno a fin de frenar (ya que no le es posible anular) la creciente participaci贸n de ciudadanos independientes de la Isla, esta variante ha demostrado en un breve tiempo su capacidad para la liberaci贸n del pensamiento alternativo que ha estado silenciado durante d茅cadas en el pa铆s.
  3. El periodismo ciudadano permite superar las limitaciones ideol贸gicas que imponen las tendencias pol铆ticas oficiales y las de la oposici贸n, toda vez que convoca y representa a toda la sociedad en su conjunto y no a intereses sectarios. Es decir, sin suprimir las opiniones pol铆ticas, el periodismo ciudadano ha creado la posibilidad de un debate amplio e inclusivo, superando el marco estrecho de “programas” o plataformas dimanadas de l铆deres o minor铆as.
  4. A pesar de su naturaleza esencial como veh铆culo portador de opiniones independientes, el periodismo ciudadano en Cuba resulta dependiente desde el punto de vista legal y tecnol贸gico al no contar sus animadores, desde la Isla, con la capacidad de alquilar y administrar libremente un dominio ni contar con todos los medios t茅cnicos que se pudieran utilizar en la Web.
  5. Es preciso sostener el trabajo que se ha desarrollado hasta hoy y apoyar el surgimiento de nuevos espacios que se incorporen a la blogosfera cubana, para lo cual resulta esencial continuar estrechando los v铆nculos entre los cubanos de dentro y los de la di谩spora a fin de fortalecer el periodismo ciudadano como canal para la sociedad civil en Cuba.



Periodismo ciudadano y sociedad de la informaci贸n

Dimas Castellanos del blog Emanaciones http://www.desdecuba.com/dimas

Introducci贸n

Resultado de un largo proceso de convergencia entre avance tecnol贸gico y democratizaci贸n de la informaci贸n y las comunicaciones emergi贸 en los pa铆ses m谩s desarrollados la sociedad de la informaci贸n: 煤ltima y m谩s profunda etapa de la evoluci贸n social, caracterizada por la conversi贸n de la informaci贸n en materia prima obligada de toda actividad humana. En la Declaraci贸n de Principios de la Cumbre Mundial sobre la sociedad de la informaci贸n3, se define la comunicaci贸n como un proceso social fundamental, una necesidad humana b谩sica y el fundamento de toda organizaci贸n social. Partiendo de esa tesis, el prop贸sito de esta ponencia es demostrar que el surgimiento del periodismo ciudadano, como forma de comunicaci贸n, responde al volumen de informaci贸n alcanzado y a las exigencias del desarrollo social en la 茅poca de la sociedad de la informaci贸n.

A lo largo de la historia, el crecimiento del volumen de informaci贸n que los seres humanos fueron adquiriendo de s铆 mismos y del medio natural, al alcanzar determinada medida entr贸 una y otra vez en contradicci贸n con las formas de comunicaci贸n existentes, hasta ser desplazadas 茅stas por nuevas formas, en correspondencia con el nivel alcanzado y con las exigencias de la actividad humana. Efecto de esa lucha entre forma y contenido de la informaci贸n, la humanidad transit贸 desde las manifestaciones preling眉铆sticas, pasando por el lenguaje articulado, hasta la invenci贸n de la escritura, repercutiendo en constantes avances del conocimiento hasta el surgimiento de los rudimentos cient铆ficos que, gracias a la imprenta y al libro impreso, confluyeron en el nacimiento de la ciencia moderna.

Una cadena de descubrimientos e invenciones, cada vez m谩s complejos, fueron democratizando el uso de la informaci贸n, otorg谩ndole a 茅sta un progresivo car谩cter masivo y convirti茅ndola en necesidad insoslayable para la actividad de millones de personas en todo el mundo.

Origen del periodismo

Aunque el periodismo, entendido como recogida, evaluaci贸n y transmisi贸n de noticias surgi贸 de forma casi paralela a la invenci贸n de la escritura, la primera publicaci贸n period铆stica conocida –el Acta Diurna, una hoja informativa que por orden de Julio C茅sar se colocaba diariamente en el Foro de la antigua ciudad de Roma– no apareci贸 hasta el siglo I a.C.; mientras el primer peri贸dico impreso, con bloques de madera tallados no vio la luz en China hasta los siglos VII y VIII d.C. Luego, en el siglo XV, la reinvenci贸n de la imprenta en Europa con tipos met谩licos m贸viles, permiti贸 la distribuci贸n de noticias de forma m谩s r谩pida y f谩cil, generando una red de informadores encargados de poner al tanto de los hechos m谩s relevantes ocurridos. As铆, en algunas ciudades de Europa comenzaron a venderse hojas informativas que informaban de los acontecimientos ocurridos en otros lugares. En Venecia, por ejemplo, se vend铆an notas informativas manuscritas al precio de una gazzetta4, de donde procede la denominaci贸n gen茅rica de las notas informativas en el resto del mundo y despu茅s, de los t铆tulos de destacados peri贸dicos. Con esos adelantos la prensa escrita comenz贸 a desempe帽ar un rol cada vez m谩s decisivo en los procesos hist贸rico-sociales.

La prensa escrita

La importancia y la ventaja de contar con informaci贸n r谩pida de los hechos que ocurr铆an dentro y fuera de las fronteras no pas贸 desapercibido para los Estados, los cuales asumieron en muchos lugares el monopolio de la informaci贸n period铆stica como factor de poder. Sin embargo, desde el inicio del siglo XVIII la demanda creciente de informaci贸n para las m煤ltiples actividades humanas requer铆a de una mayor socializaci贸n, una exigencia de la pr谩ctica social que oblig贸 a los Estados a ir levantando el monopolio establecido sobre los medios de comunicaci贸n escritos, para permitir que los particulares participaran en la edici贸n de la prensa escrita de forma paralela al Estado. El Daily Courant de Inglaterra, primer peri贸dico diario (1702), el franc茅s Le Journal de Par铆s (1777), el estadounidense Pennsylvania Evening Post and Daily Advertiser (1783), el ingl茅s The Times (1785);y en nuestra regi贸n la Gaceta de M茅xico (1722), la Gaceta de Lima (1743) y el Papel Peri贸dico de La Habana (1790), son algunos ejemplos de lo anterior. La influencia ejercida por estos peri贸dicos demostr贸 a los pol铆ticos y a los Estados la importancia del periodismo impreso para moldear la opini贸n p煤blica a su favor. Como resultado, se diversificaron cada vez m谩s los medios de prensa escritos a la vez que tomaba fuerza la lucha por la libertad de prensa.

Vinculado con el dinamismo de la actividad humana en todas las esferas, el periodismo recibi贸 la influencia de nuevos eventos de trascendencia entre los siglos XVIII y XIX. Destacan entre ellos: la Revoluci贸n Industrial, que iniciada en Inglaterra transform贸 la econom铆a agr铆cola tradicional en producci贸n mecanizada a gran escala; la Revoluci贸n Francesa, que ech贸 los cimientos de la conciencia jur铆dica y la cultura pol铆tica modernas; y la alfabetizaci贸n en los pa铆ses occidentales, que puso en capacidad de leer y escribir a millones de personas que devinieron consumidores de informaci贸n. Esos y otros eventos, unidos a la disminuci贸n de los precios de los peri贸dicos, gracias a la invenci贸n de t茅cnicas como la del linotipo5, permitieron aumentar las publicaciones y sus tiradas para las multitudes de las grandes ciudades. Joseph Pulitzer6 y Randolph Hearst7 en Estados Unidos ejemplifican la creaci贸n de publicaciones destinadas a ese amplio sector poblacional.

A partir del descubrimiento de la electricidad8, invenciones como el tel茅grafo9, junto a los tendidos de cable10 y el tel茅fono11, propiciaron no s贸lo el surgimiento de diarios que como el New York Times cubr铆an con eficacia las cuestiones m谩s destacadas de la actualidad nacional e internacional; sino tambi茅n el nacimiento de asociaciones y agencias de prensa. Algunas de ellas, como la norteamericana Associated Press12 y la inglesa Reuters13, que contin煤an funcionando en la actualidad.

Del desarrollo de la prensa y de la libertad de expresi贸n emergi贸 el periodismo especializado en la investigaci贸n de aspectos de la realidad social, por lo que muchos escritores abandonaron la literatura para dedicarse por completo al periodismo de opini贸n. Desde mediados del siglo XIX aparecieron diarios que realizaban an谩lisis exhaustivos de los sucesos del momento y de sus consecuencias. Ejemplos de ello fueron el ingl茅s The Times, el espa帽ol El Imparcial, y en Am茅rica La Naci贸n, de Buenos Aires y El Siglo, de Montevideo.

Junto a las nuevas tecnolog铆as, el desarrollo del ferrocarril, la reducci贸n del precio de la distribuci贸n postal, el crecimiento del n煤mero de industriales y comerciantes que necesitaban promocionar sus productos, entre otras razones, estimularon la creaci贸n y difusi贸n de publicaciones de temas especializados con la utilizaci贸n masiva de la ilustraci贸n y la fotograf铆a, una t茅cnica que alcanz贸 gran desarrollo desde mediados del siglo XIX. As铆 aparecieron en Alemania revistas ilustradas con enormes tiradas que se fueron extendiendo al resto del mundo. De igual forma la fotograf铆a comenz贸 a utilizarse en la prensa diaria y en los suplementos dominicales. La prensa escrita alcanzaba en ese momento su punto m谩s elevado.

La prensa audiovisual

A principios del siglo XX el creciente volumen de informaci贸n y las exigencias de su inmediatez obligaron a la prensa escrita a buscar soluciones. Una de las respuestas fueron las ediciones matutina y vespertina. Sin embargo, primero la masificaci贸n del cine14 –fotograf铆a en movimiento– y luego la invenci贸n de la radio15 permitieron el tratamiento instant谩neo y continuo de las noticias, dando origen a los diarios hablados, los cuales superaron con creces a las ediciones de la ma帽ana y la tarde de la prensa escrita. La importancia de la radio se acrecent贸 durante la II Guerra Mundial, al llevar a los hogares las noticias, casi de forma instant谩nea, a millones de radio oyentes en todas partes del mundo. Gracias al cine y a la radio, el periodismo audiovisual asumi贸 una funci贸n cada vez m谩s social y miles de nuevos periodistas se incorporaron a la difusi贸n de informaci贸n, desplazando a la prensa escrita de su lugar cimero. Ese fen贸meno se produjo nuevamente a mediados de siglo XX con la aparici贸n de la televisi贸n16, la cual uni贸, a las ventajas de la radio y el cine, el poder de la imagen que era exclusividad de la prensa escrita, con la ventaja que su consumo se pod铆a hacer sin salir del hogar.

Las autopistas de la informaci贸n

La presi贸n de las necesidades crecientes de informaci贸n sobre las formas de comunicaci贸n condujo en el siglo XX al surgimiento de las nov铆simas tecnolog铆as de la informaci贸n y las comunicaciones (TICs), especialmente en el campo de la tecnolog铆a de los ordenadores desde la aparici贸n de las computadoras digitales en la d茅cada de 1940, con las que, mediante la utilizaci贸n de las redes inform谩ticas y los dispositivos auxiliares, el usuario de un ordenador puede transmitir datos con gran rapidez. Estas tecnolog铆as permiten: que los espectadores asistan en directo a acontecimientos que est谩n teniendo lugar en otras partes del planeta; que los periodistas consulten casi instant谩neamente enormes cantidades de informaci贸n; y que los diarios electr贸nicos puedan llegar directamente a los terminales de los usuarios sin necesidad de imprentas, transportes o vendedores de prensa. Un ejemplo de lo anterior es la cadena estadounidense Cable News Network (CNN) que emite noticias y reportajes informativos por cable y por sat茅lite las 24 horas del d铆a a todo el mundo.

Con las TICs el periodismo se mont贸 en las autopistas de la informaci贸n. Muchos peri贸dicos cuentan con una p谩gina web. De forma paralela, debido al relativo bajo costo de las comunicaciones y de los ordenadores, el monopolio de las grandes empresas informativas, privadas o estatales, tienen que enfrentar una competencia por parte de grupos, facciones, instituciones, partidos pol铆ticos y particulares que ratifican, corrigen, complementan o contradicen sus puntos de vista. Es en ese contexto de democratizaci贸n de la informaci贸n que emerge la 煤ltima forma conocida de prensa: el periodismo ciudadano.

El periodismo ciudadano

El periodismo ciudadano, una nueva etapa de la prensa, nace del perfeccionamiento de las formas de comunicaci贸n, que se corresponde con las necesidades de la sociedad de la informaci贸n, caracterizada por el empleo masivo de las TICs y por la participaci贸n ciudadana (no profesionales) en la producci贸n e intercambio de informaci贸n sin tener que someterse al Estado, a las instituciones o a las pol铆ticas editoriales. Es, por tanto, una nueva forma que asume el periodismo en la sociedad de la informaci贸n.

Al contener y permitir la realizaci贸n de otros derechos y libertades, constituye la 煤ltima y m谩s desarrollada forma de libertad y una valiosa herramienta para promover la participaci贸n. La libertad de prensa, la m谩s perfecta de las libertades, asume con el periodismo ciudadano su m谩s alta cota conocida en el desarrollo humano; mientras su ejercicio constituye una expresi贸n de dignidad y de libertad de opini贸n en el ciberespacio.

Por las razones anteriores el periodismo ciudadano coadyuva a que las personas y la sociedad civil puedan desempe帽ar el rol de sujetos activos en los procesos sociales y constituye fuerte ant铆doto contra todo intento totalitario de anular la individualidad.

En Cuba, la represi贸n contra los intentos ciudadanos de hacer uso de la libertad de prensa cuenta con una historia que va desde la ejecuci贸n del joven tip贸grafo Eduardo Faccioso, en plena 茅poca colonial, hasta las presiones e impedimentos t茅cnicos actuales para que los ciudadanos no puedan acceder a Internet libremente como productores o consumidores de informaci贸n. Sin embargo, como esta forma de periodismo se realiza desde el ciberespacio, donde el control es imposible en la sociedad de la informaci贸n, las dis铆miles formas de represi贸n se tornan in煤tiles en ese intento.

Conclusiones

El periodismo ciudadano, resultado l贸gico del desarrollo, constituye una etapa de la evoluci贸n del periodismo que se corresponde con las posibilidades tecnol贸gicas, con las necesidades de la pr谩ctica social, con el proceso de democratizaci贸n de la comunicaci贸n y con el gigantesco volumen de informaci贸n correspondiente a la etapa conocida como sociedad de la informaci贸n.

Por su car谩cter democr谩tico y participativo, al propiciar y potenciar la socializaci贸n de las ideas, deviene instrumento decisivo para la participaci贸n ciudadana y una insoslayable necesidad del desarrollo social e individual en cualquier parte del mundo.

Con el periodismo ciudadano no desaparecer谩n sus formas precedentes. La historia de la comunicaci贸n demuestra que las nuevas formas, emergidas de las anteriores, constituyen un salto respecto a ellas, las contienen y las superan, pero no las eliminan, sino que conviven en una nueva interrelaci贸n. Eso explica que actualmente, paralelo a las autopistas de la informaci贸n, coexistan la televisi贸n, la radio, el cine, los peri贸dicos, los libros, las revistas y convivir谩n con las nuevas formas de periodismo que seguramente surgir谩n antes de lo que podemos imaginar.




1 Este autor asume el t茅rmino ciberespacio para definir la especialidad del periodismo que emplea el ciberespacio para investigar, producir y, sobre todo, difundir contenidos period铆sticos. Salaverr铆a, Ram贸n. 2005: “Redacci贸n period铆stica en Internet”, Editorial Pablo de la Torriente)
2 Paula Gonzalo, “Un periodismo hecho para el ciudadano”, 19 de julio de 2008, Periodismociudadano.com


3 Celebrada en la ciudad suiza de Ginebra en diciembre de 2003
4 Moneda local esa regi贸n italiana que era de escaso valor
5 Linotipo, t茅cnica que comenz贸 a utilizarse en 1886
6 Joseph Pulitzer (1847-1911), periodista estadounidense que en 1878 compr贸 el St. Louis Evening Dispatch y el Evening Post, los que uni贸 para fundar el Post-Dispatch y en 1887 adquiri贸 el New York World, que bajo su direcci贸n se convirti贸 en un peri贸dico famoso por su sensacionalismo, sus revelaciones, sus reportajes extensos y detallados y sus cruzadas contra la corrupci贸n.
7 William Randolph Hearst (1863-1951), destacado editor y pol铆tico estadounidense que cre贸 un imperio nacional de medios de comunicaci贸n. Precursor de los m茅todos sensacionalistas conocidos como periodismo amarillo Desarroll贸 la International News Service, una gran agencia de prensa. Empez贸 a producir noticiarios en 1911 y lleg贸 a controlar una gran empresa de noticiarios y una compa帽铆a cinematogr谩fica. En su vida se inspira el filme Ciudadano Kane, considerada por muchos cr铆ticos la mejor obra de la historia del cine.


8 Entre 1672 cuando se describi贸 la primera m谩quina para producir una carga el茅ctrica hasta los aportes de Benjam铆n Franflin a mediados del siglo XVIII, el descubrimiento de la electricidad se puso a punto para su explotaci贸n.
9 El primer mensaje telegr谩fico se envi贸 entre las ciudades de Washington y Baltimore en Estados Unidos en 1844, cuando Samuel Finley Breese Morse construy贸 una l铆nea experimental entre esas ciudades. En Cuba la primera l铆nea se estableci贸 en 1853 entre La Habana y Bataban贸.
10 Charles Tilston Bright (1832-1888), ingeniero brit谩nico tendi贸 en 1853 el primer cable submarino entre Portpatrick (Escocia) y Donaghadee (Irlanda).
11 El tel茅fono fue patentado por Alexander Graham Bell en 1876, inaugur贸 su primer servicio en la ciudad norteamericana de New Haven a fines de 1877 y lleg贸 a Cuba en 1881. Dos a帽os despu茅s, la Primera Gu铆a Telef贸nica de La Habana conten铆a 422 suscriptores y en 1885 ya contaba con cerca de un millar.
12 Associated Press (AP), primera agencia informativa del mundo, fundada en Estados Unidos en 1848 por una red de peri贸dicos neoyorquinos. En la actualidad constituye la mayor red de informaci贸n period铆stica del planeta, con 240 oficinas distribuidas en 121 pa铆ses y 3.700 profesionales en plantilla.
13 Julius Reuter (1816-1899), fundador de la agencias de noticias Reuter en 1851.
14 El cine fue patentado en 1895 por los hermanos Lumi猫re y fue exhibido en La Habana en 1897, en la acera del actual cine Payret.
15 La radio se estren贸 en los Estados Unidos en 1920 y se inaugur贸 en Cuba en 1922. Ocho a帽os despu茅s de su inauguraci贸n funcionaban 61 emisoras en todo el pa铆s, una cantidad proporcionalmente superior a las de Nueva York. Adem谩s los radioaficionados construyeron infinidad de peque帽as emisoras para trasmitir programas alternos. Esos datos ubicaron a Cuba en cuarto lugar en estaciones de radio en el mundo y en 1953 ya el 80% de los hogares contaran con esos equipos.
16 Aunque hubo emisiones comerciales de televisi贸n desde antes, fue en 1950 que la misma se inaugur贸 en Estados Unidos y casi inmediatamente, despu茅s se inaugur贸 en Cuba Uni贸n Radio Televisi贸n Canal 4, la tercera planta televisiva de Am茅rica Latina; mientras que en Espa帽a la primera emisi贸n p煤blica de televisi贸n tuvo lugar en 1956.


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