LA HABANA, Cuba, diciembre de 2010
Joisy García Martínez.
Desde que el presidente de la Asamblea
Nacional del Poder Popular, Ricardo Alarcón sito en sección
ordinaria a los diputados, no dejo de soñar con la presencia de
algún tipo de héroe o superman cubano.
He estado al tanto de algún guiñito de ojo con las libertades que tanto deseamos.
Soñé con un muchacho de color moreno,
joven y astuto, que con su arma estratégica y atemorizadora en mano,
apareció de la nada montando su corcel y obligaba a los diputados
cubanos ha exigir verdaderas reformas en la economía, sociedad y
políticas de nuestro gobierno.
Sus manos no temblaban con la bazuca de
la campaña antiaegiptis, amenazaba a todos los diputados que no se
atreviesen a exigir las libertades que verdaderamente quiere nuestro
pueblo.
Se oyó decir por primera vez en el
parlamento que las restricciones a los viajes migratorios debían
anularse, otro diputado exigió la excarcelación de los presos de
conciencia, en lo que algunos exponían el derecho de los cubanos a
expresarse y asociarse, hasta el punto crucial en que otros pidieron
elecciones libres y democráticas.
A los unísonos todos clamaban por un
plebiscito, se notaba que el superman cubano estaba presente y los
protegería de malvados tiranos.
Ya no era un sueño, estábamos
protegidos y amparados por el armado superhéroe cubano, ya podíamos
exponer sin miedo a represalias cualquier inquietud ciudadana. El nos
prometió seguridad y protección por el resto de nuestras vidas,
todos nos sentíamos a gusto y muy felices en el país.
Papi, papi despiértate que te quedaste
dormido frente al televisor, vete para la cama que al parecer estabas
soñando, porque te reías como un niño, si mi hijo estaba contento
y ya se que fue un sueño.
0 comentarios:
Publicar un comentario