Ha sido una constante del pueblo cubano, crearse una atmósfera de tensión e incertidumbre en los periodos de elecciones presidenciales de los Estados Unidos de América. En las calles muchos se preguntan: ¿Quiénes ganarán, los Demócratas o los Republicanos?
¿Mejorarán las relaciones entre Cuba y los EEUU? ¿Se acabará el Bloqueo? ¿Se favorecerá el envío de remesas familiares? …
Y así amigo lector, se oyen a diario un sin número de preguntas y conjeturas entre la población cubana, fomentadas en gran medida por los medios de difusión masivas todos oficialistas del país, quizás para distraer y hacer olvidar al pueblo de sus penurias y necesidades cada vez mayores que agobian día a día sus vidas, o tal vez, para enaltecer nuestra eterna imagen de víctima frente al leviatán del norte.
Lo cierto es, que desde que triunfó la revolución "salvadora" de 1959, hace ya 55 años, han pasado por la Casa Blanca, 11 Presidentes, 5 Demócratas y 6 Republicanos, sin embargo, el pueblo de Cuba sigue paralizado en el tiempo, inerte con sus necesidades y penurias y sobre todas las cosas, preocupados por las elecciones presidenciales de sus vecinos del norte.
¿No sería más provechoso que el pueblo cubano se preguntara si realmente las elecciones en en su propio país son verdaderamente democráticas?
¿No sería más provechoso que el pueblo de Cuba se preguntara si es justo y razonable el hecho de la existencia de un sólo Partido Monopólico, que no hace más que estigmatizar la necesaria existencia de la diversidad?
¿No sería más provechoso preocuparse por la pérdida de valores presentes en la sociedad cubana actual?
¿No sería más provechoso incentivar ante todo, el amor entre todos los cubanos, por encima de la natural diversidad de pensamiento propia de los seres humanos?
¿No sería más provechoso meditar sobre el sinnúmero de leyes vigentes en Cuba que merecen ser cambiadas en beneficio del pueblo, como lo es, por ejemplo, el derecho de todos los cubanos, sin limitaciones ni restricciones de ningún tipo, a establecer libremente su lugar de residencia en cualquier parte del territorio nacional, y no limitar ese derecho como lo hace el Decreto 217 de 1997?
¿No sería más provechoso meditar sobre las diferencias sociales injustificadas y cada vez más evidentes entre la población cubana, donde cada día son menos los que lo tienen todo y muchos los que nada tienen?
Pregunto: ¿No sería más provechoso y razonable para los cubanos, meditar sobre todas estas cuestiones que nos atañen como cubanos, en vez de estar preocupados y perdiendo el tiempo, en quien ganará las elecciones, si los Demócratas o Republicanos en los Estados Unidos?
Como dice un viejo refrán: Primero da tres vueltas por tu casa, antes de mirar la casa del vecino.
nelsonchartrand@gmail.com
Abogado y miembro del Club Anarcocapitalista de Cuba (CAC)
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