A pesar de tantas lecturas y análisis durante años para aprender a vencer las adversidades del alma, ese día se despertó derrotado como nunca antes.
Tendió su mano desesperado en busca de Louise Hay, Deepak Chopra, Paulo Coelho, Dale Carnegie o de algún pasaje Bíblico que lo ayudara a vencer esa agonía infernal que lo asfixiaba, pero antes de lograrlo, una fuerza desconocida lo llevo a su antojo y al despertar su consciencia se encontró sentado en aquella piedra visitada cada vez más a menudo, con un vaso de alcohol en la mano y la mirada fija en cualquier sitio lejano.
El Abogado, le decían. En ocasiones se veía aparecer desde muy temprano, casi al amanecer, sentado en aquella piedra de aquel barrio marginal con su vaso de alcohol en la mano, pero tranquilo, educado y pensativo. Ya muy tarde en la noche se marchaba despacio, sereno, dando tumbos, pero con la mirada siempre al frente, y a su paso, alguno que otros cuchicheaban - ¡qué lástima, dicen que era un buen abogado y mira para lo que ha quedado!- Sin embargo, se daba por desentendido, y nunca nadie pudo ver como aquellas palabras hacían correr lágrimas de sus ojos.
Era la noche del 8 de mayo del 2008, hacía un esfuerzo sobrehumano para llegar a su casa, y aunque sabía que no llegaría, apuraba su paso al ritmo de su corazón desesperado, pero dominado por esa fuerza descomunal que lo venció esa mañana. Se detuvo, una enorme cerca puso fin a su camino, la imagen de su hijo le apareció en la memoria, un sollozo se escapó de su alma, un gran salto….. …
Policías sedientos de venganza, mucha gente… ¡Sal de ahí muchacho, que no te pasará nada! Y ahí estaba el abogado, pálido, ensimismado, pero con su mirada al frente.
Unas horas después, no sabe cuántas, un funcionario de la Embajada de República Dominicana hace entrada al recinto, acompañado de un Goliat innecesario… Aquel hombre, lo mira, esperando alguna pregunta y ansioso de responderla… Un silencio sepulcral. El Goliat levanta al intruso, lo lleva fuera, a la calle, la policía sedienta lo esposa, lo detiene.
Esa noche Hay, Coelho, Carnegie, Chopra y su apreciada Biblia lo extrañarían. …Y a las 4 am de la mañana del día 9 de mayo del 2008, ese hombre, el abogado, se convirtió en el preso No. 945 de Villa Marista.
……Quizás continúe…..
Nelson Rodríguez Chartrand
Miembro del Club Anarcocapitalista de Cuba #CAC
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