Hija
de alto funcionario huye, “estando todas las condiciones creadas”, del
último proyecto revolucionario: la siembra masiva de la moringa.
Desde el día 27 de agosto circula en La Habana
el rumor de que Glenda Murillo, hija del “zar” de las finanzas de los
cambios raulianos: Marino Murillo, no aguardó por el supuesto resultado
positivo de las reformas económicas encabezadas por su padre y cruzó
inesperadamente la frontera hacia USA para acogerse a la tan criticada
“por poderosos” Ley de Ajuste Cubana de pies secos y pies mojados, que a
tantos que huyen en estampida ha beneficiado.
¿Qué podemos esperar los ciudadanos comunes?
El recién fallecido escritor Carlos Franqui,
protagonista de la Revolución Cubana y colaborador muy próximo al viejo
césar, no tardó en darse cuenta de la degeneración y retroceso
económico, político y social del proceso revolucionario. Cuando hace
unos años alguien le pidió al escritor en el convenio del Partido
Socialista Italiano de Roma una breve definición sobre el socialismo
real, la suya fue sumamente pragmática: “El comunismo es eso que acaba
con todo lo que se le opone en su primera fase, lo paraliza todo en la
segunda y se autodestruye en la tercera y última fase."
Por el momento no sabremos las razones, o sin
razones, de esta vieja contradicción que incita a romper definitivamente
lazos familiares, especialmente cuando algunos suponen que existirán
cambios sustanciales económicos que a priori, quiéralo o no la
burocracia imperante en el poder, significará a corto o mediano alcance
cambios políticos que emergerán como el ave fénix de sus cenizas.
Queda demostrado una vez más que el tiempo
apremia, y que no todos tenemos confianza en las emergentes y tímidas
reformas…, mucho menos creeremos que con infusiones de moringa
ingresaremos al club de los 120 años.
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