Las cazuelas: Doblan por ti.

La Habana, Cuba, octubre de 2011

Joisy García Martínez.

Nadie es una isla, completo en sí mismo, cada hombre es un pedazo de continente, una parte de la tierra, si el mar se llevara una porción de la tierra, toda Europa quedaría disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia. La muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy ligado a la humanidad, por consiguiente nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas: doblan por ti. John Donne “Meditación XVII” de Devotions Upon Emergent Occasions 1624. 

Estaremos muchos de acuerdo en que más que un tirano, una tiranía incluye a muchos nano-tiranos, que en ocasiones no son visibles, pero que están presentes en la vida de la sociedad contemporánea, y que no solo hacen daño a un país sino a todos. Quizás ese fue el lenguaje subliminal que quiso trasmitir el escritor y periodista estadounidense Ernest Hemingway cuando en 1940 fuera publicado su libro “Por quién doblan las campanas” (For Whom the Bell Toll en ingles) y que inspirado en el poema anterior del poeta metafísico John Donne(1572-1631) concluyo… ¿por quién doblan las campanas? Doblan por ti.

Cuando recientemente un muy reflexivo bloguero cubano, hizo un símil con toques de cazuelas y calderos, los que lo pudieron ver por la internet, discos DVD, memorias flash etc… habrán podido pensar y meditar, ¿doblan las cazuelas y los calderos?… doblaban por un país de hambrientos, doblan las campanas por exigir libertades ciudadanas, doblan las campanas, las cazuelas los calderos y las piernas de un pueblo sometido, martirizado.

Alguien escribió un día que malo no es el amigo o el enemigo, sino, el indiferente que desgraciadamente abunda tanto en nuestro mundo, después de haber leído la obra he creído que el dolor de aquella guerra española, también nos afectó a todos en consecuencia y dolores trasmitidos. No hay que hacer similitudes, ni tan siquiera filosofar, será claro el legado que heredaremos de la des-evolución cubana,  pues ya sabemos el daño antropológico y las pérdidas de derechos ciudadanos que un tirano produce,  hasta más allá de sus fronteras. Es por ello, que cuando veas un toque de cazuela cubano, quisiera que estén seguros, estén donde estén, que también repiquetean por ti.