La
Habana, Cuba, octubre de 2011
Joisy
García Martínez.
En
el día de ayer fui imputado por un fiel partidario del sistema que
nos rige hace mas de 53 años, me decía que mis artículos
periodísticos, comentarios, análisis etc… estaban cargados de un
partidismo y no se ajustaban a la objetividad con que debiera
trabajar un profesional, me exhortaba a que hablara de los logros de
la llamada revolución y de los 5 espías, que sorprendidos
infraganti fueron juzgados en aquel país, me sorprendió que este
señor, el cual no creo tenga internet en su casa, y si las
orientaciones del grupito de privilegiados del sistema, me asegurara
tal afirmación y muchas más, como por ejemplo el derecho a ir a las
urnas.
Al
parecer, cree pocos, los periodistas y emisoras que por incalculables
medios y recursos defienden los intereses de la des-evolución, y que
hablan a diario de lo mismo y mas lo mismo. El es un conocido
partidario del sistema en Guatao, con el cual no pocos tropiezos he
tenido en estos años, por el simple hecho de pensar distinto y
expresarme, su nombre no lo pondré en este escrito por no querer
llenar de mugre el mismo.
Este
señor, que es de los que me recuerda, que aunque puede afirmarse que
sea una perogrullada, que los que más saben de política son los
políticos, aunque a decir verdad algunos como él fueron tan
incompetentes en su mandato, que valdría la pena tuvieran otro
oficio, pues bien, en las verdaderas democracias un voto vale, cuenta
su opinión, en las dictaduras, en especial en las que no se admiten
oposición, las de un solo y omni-poderoso partido, no es importante,
porque la manipulación es desde la creación de un ambiente hostil,
contra una oposición débil, asediada, timorata, pasando por todo el
engranaje jurídico electoral, para al final en un conteo
fraudulento, malsano etc… con lo que al final se maquilla el poder
con una supuesta legalidad- en la que ya nadie cree- ayudada por el
miedo real a consecuencias reales, que por inercia, va arrastrando la
maquinaria de los problemas políticos, sociales y económicos.
Una
de las grandes preguntas que constantemente se hace un observador no
ajeno a estas realidades es, por que un sistema tan desesperadamente
malo, como el totalitario, donde todo va hacia atrás, como es
posible que tenga un poder de convocatoria tan numerosa, la respuesta
es multidisciplinaria, variada, manida etc… pero uno de los
múltiples factores es el desconocimiento, o la indolencia de muchos
que prefiriendo morir en el poco a poco sumiso, hambruno y como paria
en su propia tierra, no le dan el valor a lo que vale en la practica
el uno físico (recuérdese, un voto cuenta) pues como las urnas son
caricaturas burlescas, ajena y manipulada, no participo, no voto
físicamente con el importante voto de mi presencia.
En
resumen cuando voy o participo en cualquier actividad que interese al
partido único, más que todo enviar la señal de que esta refrendada
por el pueblo, el opositor pacifico, el desengañado, el humillado,
el intimidado etc… solo cierra inclusive su recepción de
solidaridad, obstaculizando su reunificación familiar, justificando
su hambre, alargando su calvario, justificando el desastre y aunque
duela, ratificando el adagio de que “cada cual tiene lo que se
merece”. Por eso, aunque parezca una perogrullada debemos saber que
en el totalitarismo, la no presencia física, participación en lo
que interese a la dictadura, vale, cueste lo que cueste. Al mal paso
dale apuro, y es por ello que el límite es el no, a todo lo que
tenga que ver con la monarquía consultiva imperante.
0 comentarios:
Publicar un comentario