La historia no solo tiende a la
truculencia, al ser escrita por los triunfadores, sino por tener como la luna,
luz de gloria y lado de sombras. Siendo común la existencia de pléyades de
historiadores que no comulgan con el arrojo y valentía intelectual necesarios
para despotricar el pasado errático, que ayude a evitar, como ha sido dicho,
que los pueblos repitan los mismos errores.
Quien pálidamente analice estos casi 60 años aciagos que
a la luz de los terrores de los fusilamientos, las guerras ajenas, los odios
por ideología, los destrozos erráticos y rectificaciones de verdugo, la
depauperación económica, social, moral y espiritual de la sociedad cubana, ha
de percatarse del fracaso político, además del militar… del asalto terrorista a
un par de desprevenidos cuarteles, cada vez mas lejos de toda justificación,
que los castros-comunistas presentan como un supuesto triunfo histórico.
Aquel proyecto programático de alegato de defensa,
denominado "La historia me absolverá”, alucinado sueño de un Quijote
democrático falso y ladino, no solo fue incumplido de la A a la Z, sino
renegado, pues la justicia y democracia prometidas, fue transformada en lo
contrario, tiranía totalitaria, cínica y abusadora. Con el fin de mantenerse en
el poder ninguna dictadura reconoce su felonía social, ni a pesar de las experiencias
históricas de sus siempre descalabrados proyectos renuncian por propia
voluntad.
Es obvio que la oposición cubana y desafectos todos, con millones
de argumentos sólidos han esgrimido razonamientos antigubernamentales nunca
oídos ni aceptados, que básicamente son contrarrestados con violencia física y
verbal, abusos de todo tipo, de hasta los más básicos derechos humanos,
económicos, laborales , servicios públicos, etc.
En esta recién patéticamente conmemorada rememorización,
evadiendo todo vergonzante incumplimiento la realidad se impuso: “pues no
habiendo nada que celebrar no hay triunfo”
Al contrario census del mítico Rey Midas, todo lo que ha
tocado el proceso político dictatorial lo ha convertido en lodo y pesadilla.
Los 33 minutos del discurso principal, que tal vez costaron a más de un millón de dólares por minuto, ante la presencia de la más pequeña representación extranjera de todos los tiempos demagógicos del castrismo, y unos pocos miles de acólitos beneficiarios y cómplices nacionales, disciplinadamente sentados, para mejor vigilancia y control, quizás sea no solo un símbolo físico de la decadencia galopante, sino una prueba más del despilfarro económico en medio de tanta crisis.
Los 33 minutos del discurso principal, que tal vez costaron a más de un millón de dólares por minuto, ante la presencia de la más pequeña representación extranjera de todos los tiempos demagógicos del castrismo, y unos pocos miles de acólitos beneficiarios y cómplices nacionales, disciplinadamente sentados, para mejor vigilancia y control, quizás sea no solo un símbolo físico de la decadencia galopante, sino una prueba más del despilfarro económico en medio de tanta crisis.
La conmemoración no proyectó ni podía, ninguna esperanza,
ni expectativa. No aparecen soluciones a tanta debacle acumulada, a tanto
desanimo y desesperación social. Podría decirse como sentencia que fue más de
lo mismo: matraca y más matraca.
Pero solo el que quiere tener ojos para ver y oídos para escuchar, podría concluir que la grave crisis habitacional tomada como paradigma de solución "revolucionaria" ante tanta destrucción en tres provincias reconocidas, no podría ser un estimulo social, sin mencionar la crisis nacional en todo el resto del país, que es verdaderamente horrorosa. La supuesta solución evidencia la cruda realidad de injusticia e incapacidad resolutiva.
Pero solo el que quiere tener ojos para ver y oídos para escuchar, podría concluir que la grave crisis habitacional tomada como paradigma de solución "revolucionaria" ante tanta destrucción en tres provincias reconocidas, no podría ser un estimulo social, sin mencionar la crisis nacional en todo el resto del país, que es verdaderamente horrorosa. La supuesta solución evidencia la cruda realidad de injusticia e incapacidad resolutiva.
Los desastres nacionales, las catástrofes epidemiológicas
y las necesidades colectivas de emergencias SON DE TOTAL Y ABSOLUTA
RESPONSABILIDAD DE LOS GOBIERNOS, inalienable obligación del estado, función básica
y motivo de su existencia, como centro máximo de administración y distribución
del tesoro público, y no solo para dañarlos involucrándose en guerras, distribución
de armamentos y trasiegos ilegítimos en mancomunidad con dictaduras
desprestigiadas. La colaboración de la población, sufrida, diezmada económica y
emocionalmente siempre es SUPLEMENTARIA EN ESTOS CASOS y proporcionalmente a
las circunstancias de cada familia devastada. Pero cuando un gobierno es
totalitariamente poseedor del tesoro público, debería ser de igual modo
suplidor social totalitario.
El tirano, como quien mira un vaso casi lleno estando vacío,
anuncia un 42 % de reparaciones de viviendas a largos meses de familias
completas en la desesperación de las amarguras, proyectando un 58% de miles de
familias en condiciones infrahumanas, con la "benevolencia y
generosidad" de otorgarles un bono de un 50 %, es decir, compartiendo la
responsabilidad constructiva de igual a igual y una reducción y alargamiento
del interés que no debiera existir en tales circunstancias, y ser asumido por
el dueño de todo. Esta avaricia, petrificada deshumanidad simplemente los desenmascara.
Buenos de que. Ni salva a las familias y las hipoteca de por vida. Son
oficialmente injustos y cínicos.
El referido 50% anterior si debiera imponérsele a las
vacaciones pagadas a las elites, herederos e hijos de los muchos papás, cuando
disfrutan en Asia, Europa y América, o encubren viajes turísticos como de trabajos.
Todo con el erario público, siempre depredado.
Todo el pueblo sabe y los detentadores del poder mejor,
que lo que increíblemente llaman revolución, es una locomotora, obsoleta como
las armas que trasiega, conducida por la geronto-desgracia, donde los jóvenes
son arrastrados como un cabu social, que solo pueden dejar los rieles como están.
Si ahora se trabaja con astuto denuedo por afianzar en el
poder a los jóvenes herederos consanguíneos y dinastía castrista, es solo por
la bendición de la vida, que cuando los humanos anquilosados por las fuerzas en
el poder, frente a los incapaces y mediocres que no logran deshacerse de la
morralla, la vida por si sola realiza la limpieza regresándonos de donde
vinimos: el polvo, la nada. El párrafo citado del panfleto histórico " La
historia jamás lo absolverá" referido a la promesa de solidaridad, a los
pueblos democráticos del continente, prometiendo a los perseguidos políticos de
las sangrientas tiranías, asilo generoso, hermandad y pan es uno de los mas
incumplidos y cínicos, como eslabón vergonzoso del proceso convertido en despótica
tiranía, pues justamente la representación digno y decorosa de la población
cubana opositora, prodemocrática y pacífica, que también es del continente, que
lucha con gladiolos en las manos, lápiz, papel, y enfrentamiento cívico, es
decir los perseguidos políticos cubanos, por reclamar sus derechos conculcados,
aplastados, son asesinados, golpeados, violentados física y moralmente hasta
dentro de sus casas sin derecho a sus derechos, y menos a la hermandad ni al
trabajo para que en lugar de pan sea el hambre quien acometa la silenciosa
tortura hasta contra sus familias, cosa que dicho sea de paso, no les interesa
a los fastidiosos invitados cómplices, nacionales y extranjeros.
O es que la "revolución" solo se gestó con
muertos nativos, para beneficio de perseguidos extranjeros, por las mismas
causas que los nacionales prodemocráticos que solo reciben persecución y acoso,
violencia y terror mediante turbas paramilitares impúdicamente organizadas y
azuzadas por la propia tiranía.
Para finalizar,
dos observaciones de forma, pero que simbolizan la decrepitud de los tiempos:
el sombrero de yarey que los mambises usaban con las alas levantadas para
luchar eficientemente por la patria, no es el mismo que el sombrero también de
yarey usado por los emprendedores y laboriosos chinos aplatanados, que vendían
vegetales en dos grandes cestas, con las alas bajadas, para protegerse del sol
como el usado por el tirano. El otro aspecto de forma, es el acto inconsciente
de ser sincero no invocando la palabra hipócritamente usada de compañero, que
como se sabe fue utilizada cotidianamente por los comuneros de parís, como
gesto solidario de compartirse el pan. Ahora somos algo más lejanos, ideológicamente,
solo amigos, cosa más real pero aunque falsa, pues la amistad a conveniencia es
solo entre la cúpula y los perritos que recogen sobras, los que se reparten el
pan de la patria secuestrada. Los de la nueva clase, que supuestamente seria la
benefactora de los oprimidos proletarios.joisygarcia@gmail.com
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