La Habana, Cuba, julio de 2011
Joisy García Martínez.
Danielito nació hace 38 días en el hospital materno-infantil Clodomira Acosta de la capital cubana. Cuenta la feliz abuela que el ansiado bebé trajo ingenuidad y frescura en una etapa trascendental para su familia. Él cautivó la atención de todos los médicos que lo atendieron, vecinos, familiares y hasta de amistades que no veían desde hace años. Al salir del hospital como es natural la familia procedió a la inscripción legal de Danielito, para lo cual les fue entregado un documento y aclarado que este proceso debían hacerlo en el municipio donde legalmente radica su madre, abduciéndole sin explicaciones –no sabemos bien por quien- este derecho al padre.
La progenitora tiene su dirección oficial en Santiago de Cuba, sin embargo vive desde hace años en la casa de su esposo que se encuentra ubicada en el capitalino municipio de Boyeros. Con todo el gasto que implica sacar pasajes y viajar a Santiago de Cuba, su progenitor Daniel se esfuerza, cree que es un simple trámite oficinesco y logra viajar con pasajes de ida y vuelta al oriente de la Isla.
Al intentar la naturalización del niño en el lugar establecido en Santiago, se encuentra con una traba burocrática, le informan que el documento emitido por el hospital se ha vencido, que solo era válido por 30 días. Aunque no reflejaba fecha de caducidad, fue imposible tramitarlo con el carnet de identidad de la madre y el desactualizado documento emitido por el hospital.
Los familiares en La Habana se mandan a correr, solo tenían 4 días para obtener otro documento en el hospital y pedirle al “buen samaritano” que manejaba el ómnibus a Santiago, que por favor hiciera llegar el imprescindible documento a Daniel.
Para no cansar al lector y extender esta historieta de atraso tecnológico, les cuento que apareció “gracias a Dios” el buen samaritano y le hizo llegar el dichoso documento a Daniel en Santiago, pero dos días después de lo planificado.
La historia termina sobre todo con muchos gastos para el padre de Danielito, ya que pierde su tiempo, el pasaje de vuelta a La Habana por haber permanecido en casa de sus suegros 7 días en vez de 4, adquirir un nuevo pasaje y tener que pagar “por fuera” un poco mas de lo establecido. Danielito finalmente es legalizado Santiaguero “sin conocer a Santiago de Cuba”, su madre y su padre continúan luchando por legalizar su hogar.
¿Será realmente la Habana la capital de todos los cubanos?.
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