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miércoles, 12 de febrero de 2014

Cooperativa sin Cooperación.


Lic. Nelson Rodríguez Chartrand. Periodista Productora Independiente Criollo Liberal. La habana, 11 de febrero, 2014

Desde los primeros años del triunfo de la revolución cubana, la idea de promover el sistema de producción cooperativa, se convirtió en una de las tareas prioritarias en la agenda de trabajo del incipiente gobierno revolucionario.

Tal fue así, que en poco tiempo se logró aglutinar en comunidades construidas en tiempo record, a la mayoría de los campesinos privados o pequeños agricultores que existían hasta ese momento; surgiendo, de esta manera, las Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA) como vía indiscutible para elevar el desarrollo de la producción agrícola del país y así lograr un mejoramiento de la calidad de vida del pueblo.

Hoy, a largos e infructuosos años de existencia del sistema cooperativo de producción, se pretende, con la misma euforia de sus inicios, no solo seguir fomentando, si no ampliar a otras ramas de la producción y los servicios, esta modalidad productiva, como si su práctica consuetudinaria hubiese constituido un éxito rotundo en la consecución de sus objetivos.

Sin embargo, no es secreto para el pueblo, que las Cooperativas pasaron a engrosar la larga lista de fracasos del gobierno revolucionario cubano.

Pero es que no pudo haber sido de otra manera.

Es imposible hacer producir a una Cooperativa, hacerla verdaderamente eficiente, sin que exista la más mínima cooperación ni motivación de sus asociados.

Los cooperativistas cubanos hoy, lamentablemente, lo poco que producen lo hacen en condiciones muy difíciles.

La mayoría de ellos se encuentran desposeídos de los medios necesarios para llevar a cabo el proceso productivo de sus tierras, por lo que tienen que pagar a privados sumas de dinero poco despreciables en la preparación de la tierra, tan solo para citar un ejemplo.

Veamos:
Contratar un tractor para arar una pequeña parcela de tierra (0.5 ht), puede costarle a un cooperativista, de 450 a 500 pesos, más 20 litros de petróleo que traducido en dinero equivale aproximadamente a 200 pesos más, si es adquirido, como es lo más común, en el mercado negro, por lo que el monto a pagar solo para preparar una pequeña parcela, (sin tener en cuenta los fertilizantes), puede oscilar entre 650 a 700 pesos, suma astronómica, si tenemos en consideración, por ejemplo, que la cooperativa paga al cooperativista una mísera suma por los productos que le entrega. Estoy hablando de 1 peso la libra de acelga, 2 pesos la libra de lechuga, 0.78 pesos la libra del plátano burro, solo para citar 3 ejemplos.

Pero no es solo esto, el cooperativista tiene que acudir a terceros para adquirir las semillas, cuando aparecen, a precios más elevados, puesto que estas, que deben ser vendidas por las Cooperativas a precios asequibles a sus asociados, son insuficientes y en muchos casos nulas en cantidad y variedad.

A todo esto súmese el hecho de que en disímiles ocasiones, la poca producción de los cooperativistas se pierde en el campo por no contar la Cooperativa con transporte disponible para recogerlos en unos casos y falta de control, comunicación e ineficiencia en el trabajo, en otros.

Recientemente un cooperativista de la Cooperativa Juan Manuel Márquez del municipio capitalino de la Lisa que ha preferido el anonimato me comentaba:

¨La Cooperativa no nos ayuda en nada, en raras ocasiones nos venden un poco de semillas. No pueden invertir para ayudar a sus asociados y así elevar la producción y te exigen rendimiento hasta con amenazas de ser expulsado de la organización, sin embargo, en diciembre pasado, no sé cuánto dinero gastó la Cooperativa en comidas y no sé cuántas actividades más, no precisamente con sus trabajadores ni asociados, eso es inadmisible e irrespetuoso.¨

En esta misma situación se encuentran los productores de leche - continúa comentando el cooperativista- la Cooperativa no es capaz de garantizar ni un mes en el año la alimentación al ganado y así no puede haber buena producción, y sabes cuánto le están pagando al productor de leche por cada litro?, pues nada más y nada menos que 0.35 pesos. Es un verdadero abuso.

Finalmente le pregunto:

¿En pocas palabras podría usted definirme a la Cooperativa 
cubana?
Pensó unos instantes…., y sonriente me dijo:

¨Es un sistema de corrupción improductivo donde no existe cooperación alguna¨.




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