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jueves, 21 de marzo de 2013

Henry David Thoreau: Padre de la desobediencia civil.



                                                                       Parte II y final.
 
 Reflexiones y conclusiones...

“La desobediencia es el verdadero fundamento de la libertad. Los obedientes deben ser esclavos.”
Henry David Thoreau. 

En 1846 este profundo analista considerado padre de la desobediencia civil, creador de las bases autenticas de una nueva forma de lucha a la que denominó revolución pacífica, escribió su ensayo magistral sobre la desobediencia pacifica.
Refiriéndose a la democracia en su tiempo dijo: “¿Es democracia, tal como la conocemos, el ultimo logro posible en materia de gobierno? ¿No es posible dar un paso más hacia el reconocimiento y organización de los derechos del hombre? y aseguraba: “Nunca
podrá haber un estado realmente libre e iluminado hasta que no reconozca al individuo como poder superior independiente del que lo derivan... y en consecuencia le dé el tratamiento correspondiente.”

El ejército regular -decía- no es sino el brazo armado del gobierno permanente. Este a su vez aunque no representa sino el modo elegido por el pueblo de ejecutar su voluntad , es igualmente susceptible de abuso y perversión  antes de que aquel pueda actuar por su mediación.” , es decir, el brazo armado surge y se transforma en la macabra herramienta brutal del cuerpo y mente dictatorial, lo que también lleva a la obligada reflexión de que si un pequeño país como Cuba, que a ninguna potencia ni pequeño país puede intimidar, realmente le conviene sustentar las costosísimas fuerzas armadas, y en cambio invertir en su desarrollo… ese erario público es despilfarrado.

¿Acaso no ha quedado demostrado que no tener fuerzas armadas, sería más sabio para un país de paz, para que nunca más surjan caricaturas bufonescas de Napoleones burocráticos?
También Thoreau señaló: “Resulta común y natural de un respeto indebido  por la ley, es que uno pueda ver , por ejemplo, una columna militar;  coronel, capitán, cabo, soldados rasos, artilleros, etc. marchando en admirable orden colina arriba, colina abajo y valle, a través en dirección al frente , ¡en contra de su voluntad!. Si !Contra su sentido común y su conciencia!."

Es decir que personas con conciencia propia, común y de paz, son alienadas por las políticas gubernamentales, transformándose en simples mecanismos del poder.
¿A qué cubano no le recuerda esto a la gran mayoría de mercenarios involuntarios que el gobierno tiránico mal pagaba y en caso de muerte abandonaba sus restos, para ir a una guerra ajena, de apoyo a los intereses de la metrópolis rusa? 

Acaso los disidentes golpeados y ultrajados por los esbirros y sicarios cada vez más visibles, a tono con una dictadura desesperada y agonizante, no han observado como dentro de estos existen siempre algunos miembros que mal pueden disimular el asco y repugnancia que ocasiona ver golpear a mujeres y hombres que solo luchan con gladiolos e ideas pacificas, no siendo capaces de partir la espada al modo de él digno Federico Capdevila.
Thoreau aconsejaba: “Si la alternativa es mantener a los justos en prisión o renunciar a la guerra y a la esclavitud, el Estado no dudará en elegir. Si un millar de personas rehusaran satisfacer sus impuestos este año, la medida no sería ni sangrienta ni violenta, como si en cambio, el proceder contrario, que le permitiría al Estado continuar perpetrando acciones violentas con derramamiento de sangre inocente.

Y ese es de hecho la definición de la revolución pacífica, si tal es posible. Si el recaudador de impuestos o cualquier otro funcionario público me pregunta, como así ha ocurrido ya, “pero ¿Que he de hacer yo?”, mi respuesta es; si en verdad deseas colaborar, renuncia al cargo.

Cuando el súbdito niegue su lealtad y el funcionario su oficio, la revolución se habrá conseguido. Suponed no obstante que corra la sangre. ¿Acaso no se vierte esta cuando es herida la conciencia? La autentica virilidad e inmortalidad del hombre se pierde por esa herida, y aquel se desangra hasta la muerte eterna. Y yo veo correr ahora esos ríos de sangre."

Algunos pensamientos.

1- Antes que el amor, el dinero, la fe, la fama y la justicia, dadme la verdad.
2- Casi todas las personas viven la vida en una silenciosa desesperación.
3- Creo que deberíamos ser hombres primero y ciudadanos después.
4- Declaro mi guerra al Estado, a mi modo, aunque seguiré haciendo uso y obteniendo cuantas ventajas pueda de él como es habitual en estos casos.
5- De que sirve la casa si no se cuenta con un planeta tolerable donde ponerle.
6- Deseo por igual ser un buen vecino y un mal ciudadano.
7-El costo de una cosa es la cantidad de aquello que yo llamo vida, necesaria para adquirirle, ya sea a corto o largo plazo.
8- El hombre es rico en proporción a la cantidad de cosas de las que pueda prescindir.
9- Es más deseable cultivar el respeto al bien que el respeto a la ley.
10- Fui a los bosques porque quería vivir deliberadamente; enfrentar solo los hechos de la vida y ver si podía aprender lo que ella me tenía que enseñar. Quise vivir profundamente y desechar todo aquello que no fuera vida... para no darme cuenta, en el momento de morir, que no había vivido.
11- Hacen falta dos para decir la verdad; uno que hable, otro que escuche.
12- Hay más religión en la ciencia del hombre que ciencia en su religión.
13- Jamás hallé compañera más sociable que la soledad.
14- La bondad es la única inversión que nunca quiebra.
15- La ley jamás hizo al hombre ni un ápice más justos, y, en razón de su respeto por ella, incluso los mejores dispuestos se convierten a diario en agentes de la injusticia.
16- La ley nunca hará a los hombres libres.  Son los hombres los que tienen que hacer la ley libre.
17- La mayoría de los lujos y muchas de las llamadas comodidades de la vida no solo no son indispensables, sino que resultan un obstáculo evidente para la elevación espiritual de la humanidad.
18- Las matemáticas no mienten, lo que hay muchos matemáticos mentirosos.
19- Lo que los hombres piensan de sí mismo, esto es lo que determina, o más bien indica su destino.
20- me cuesta menos en todos los sentidos, el incurrir en pena de desobediencia al Estado que el obedecer, en cuyo caso me sentiría mermado en propia estimación.
21- Mis pensamientos asesinan al Estado.
22- No hay peor olor que el que despide la bondad corrompida.
23- Nuestra vida siempre es malgastada por el detalle... simplificar, simplificar.
24- Nueve decimas partes de la sabiduría proviene de ser juiciosos a tiempo.
25- Nunca mires atrás a menos que estés planeando ir en esa dirección.
26- Se podría definir el cielo como el lugar que los hombres evitan.
27- Si has construido castillos en el aire, tu trabajo no se pierde, ahora coloca las bases de ellos.
28- Si no logramos convencer a una persona de lo malo que está haciendo, procura entonces hacer lo bueno. La gente cree solo lo que ve.
29- Vida ciudadana: millones de seres viviendo juntos en soledad.
30- Un hombre es rico en proporción de las cosas que puede desechar.
31- Es tan difícil verse a uno mismo como mirar para atrás sin volverse.
32- El dinero no sirve para comprar ni una sola necesidad espiritual.

CONCLUSIONES.

No se necesitan volúmenes de teorizaciones para enfrentar, con la llamada por Thoreau “revolución pacífica” la traidora tiranía que ha ensombrecido la nación cubana. Se necesita interiorizar y convertir en esencia dignificadora las enseñanzas y métodos que Mahatma Gandhi, Martin Luther King y Nelson Mandela supieron aplicar y perfeccionar en el terreno.

No se necesita un líder sabio y carismático que más de las veces regresan a seres humanos imperfectos, con toda la carga de consecuencias y lastre que ello conduce, como hemos visto y sufrido. Se ha dicho incluso que es más conveniente a nivel de cada pueblo y ciudad una colegiatura de varias figuras que eviten el caudillismo, dificulten la destrucción de los órganos de desobediencia civil y de esta forma no se interrumpe nunca.
Si resumimos a Thoreau en su doctrina de desobediencia, podríamos enumerar tres aspectos fundamentales:
1- La desobediencia civil pacifica es el arma social contundente, en que el individuo en UNIDAD vence al Estado, como ha sido demostrado, incluyendo los más poderosos.
2- La convicción moral y espiritual de la justeza del individuo como arma de enfrentamiento en esa revolución, es la base del triunfo.
3- Los obedientes a las injusticias, los atrapados en intereses venales, los vasallos espirituales, nunca son superiores a la mayoría de uno.


Carlos B. García Ocampo y Joisy García Martínez.
 
Base de información, Wikipedia, la enciclopedia libre, en su web de desobediencia
cívica y resistencia.

 
joisygarcia@gmail.com
 

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