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jueves, 22 de septiembre de 2011

Las telecomunicaciones de Cuba si son públicas.

La Habana, Cuba, septiembre de 2011
Joisy García Martínez.

Desde hace apenas tres meses adquirí lo que en Cuba podríamos llamar un “lujo ciudadano”, y comúnmente es conocido por el resto del mundo como telefonía móvil.
La empresa que nos presta este servicio se hace llamar ETECSA (Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A.). Según cuentan los más avezados en la materia, en estos momentos la mayoría de sus acciones son de control estatal, por lo que se podría inferir que está bajo el dominio del poder imperante pero la misma debería tener entre sus premisas la garantía en la privacidad de las conversaciones de sus clientes.
Últimamente en el país se ha vuelto cotidiano y ordinario ver como un opositor, un defensor de los Derechos Humanos o un simple disidente es filmado y su conversación gravadas y posteriormente trasmitida por los distintos medios de difusión masiva del país, por lo que recurrí al contrato que ETECSA establece con sus clientes y dice textualmente:
Contrato de servicio de telefonía celular prepago.
  1. ETECSA, prestará el servicio de telefonía celular, (servicio), previo pago del mismo por el CLIENTE.
  2. El acto de contratación y las sucesivas relaciones vinculadas con el SEVICIO se realizaran con el CLIENTE.
  3. EL CLIENTE será el único responsable de los efectos que se deriven por el uso del SERVICIO.
  4. El servicio contratado solo puede ser transferido, previa formalización con la Empresa.
  5. ETECSA prestara el SERVICIO cumpliendo las normas de calidad establecidas por el Órgano Regulador del Sector.
  6. Las tarifas asociadas al SERVICIO, serán las que estén vigentes y se notificara mediante comunicación oficial de ETCSA.
  7. ETECSA informará al CLIENTE, con treinta (30) días naturales de antelación, cualquiera modificación en las condiciones de prestación del SERVICIO.
  8. El número de SERVICIO asignado al CLIENTE tiene carácter privado y confidencial y no podrá ser revelado, excepto en los casos previstos en la legislación vigente.
  9. El SERVICIO se mantiene activo durante el periodo de tiempo establecido en función de la cuantía de la recarga, transcurrido ese término el mismo se suspende.
  10. El SERVICIO quedará bloqueado a solicitud del CLIENTE, o por interés de ETECSA, cuando exista un uso inadecuado del mismo, se utilice la Tarjeta SIM en equipos terminales reportados como sustraídos o extraviados, y cuando existan irregularidades fraudulentas tanto en el uso del SERVICIO como en la recarga de este.
  11. ETECSA no se responsabiliza por daños causados a la tarjeta SIM si fuera expuesta a fuentes de calor, radiaciones, campos magnéticos, humedad, así como a cualquier efecto externo.
  12. El SERVICIO sólo se garantizará en las zonas de cobertura celular identificadas por ETECSA.
  13. El SERVICIO estará disponible a partir de la fecha de la misma del presente Contrato.
  14. Serán causas de terminación del SERVICIO: a) no efectuar un nuevo prepago dentro de los treinta (30) días a partir de la fecha en que haya sido suspendido el servicio, debido a que ha transcurrido el tiempo establecido en función de la cuantía de la recarga, b) el uso que atente contra la moral, el orden público, la seguridad del Estado o sirvan de soporte o medio en la realización de actividades delictivas contempladas y sancionadas por la legislación cubana vigente o en los acuerdos internacionales suscritos por el Gobierno de la República de Cuba, c) la realización de acciones fraudulentas vinculadas con el uso o la recarga del SERVICIO, incluyendo las ejecutadas por terceras personas, a favor del CLIENTE, d) el incumplimiento por parte del CLIENTE de cualquiera de las obligaciones derivadas de la prestación del SERVICIO y e) por voluntad expresa de alguna de las partes.
  15. Las discrepancias existentes entre las partes, relacionadas con la prestación del SERVICIO y después de no haber arribado a acuerdos, se someterán al tribunal popular de la República de Cuba.

Al decir de este contrato, no parecería que compramos un teléfono para comunicarnos y expresar libremente nuestras opiniones y por lo cual como clientes pagamos por ello en la moneda de oro que no todos cobramos en Cuba.
Impresionan las constantes imágenes de personas -que delante de todos- en Cuba y con total impunidad son trasmitidas por televisión sus conversaciones, por lo que no comprendo si un sencillo teléfono celular hoy en día es una pistola, un espía, una bomba o son simplemente accesorios de terroristas.
En el mundo son cada vez más frecuentes los escándalos por la intromisión en la vida privada de las personas, las escuchas y los mecanismos de espionaje constituyen hoy un mercado lucrativo de efectivo control social, por lo que debieran ser de alguna forma regulados a nivel nacional y mundial. En el caso Cuba, donde no existe la división de poderes es muchísimo más peligroso y la opinión de los ciudadanos debe movilizarse para frenar las constantes violaciones a nuestra intimidad y en consecuencia los abusos ejercidos por el poder totalitario.

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